viernes, 3 de octubre de 2008

"Sin Novedades en el Frente, mi Coronel"

"Son las 4 y todo sereno"
- Anónimo

Hola,

¿Qué ha pasado en las últimas semanas? Supongo que nada importante... bueno, eso espero.

En lo que ha mi respecta, día a día me revuelvo un poco más en mi interior. No es nada malo, para nada; sólo que ha llegado el otoño, y con él mis sentimientos salen a flor de piel; noviembre es como la época de cosecha. Sí, me vuelvo más sensible, y no hay forma de evitarlo.

Insisto: no es [nada] malo. Para una persona como yo, a saber, caracterizado por sentir (más que por pensar ó actuar), es un tiempo lleno de oportunidades, para crear y reflexionar.

El escenario sería algo así como el vive Jean Baptiste, durante su autoexilio en la montaña solitaria, cuando sale de París; tal como él imaginaba y compilaba todos los olores en su mente, yo disfruto de todo las sensaciones y sentimientos que se salen de mí al destaparse la cloaca de mi pecho. Todo lo que ha estado encerrado (conciente o inconcientemente) sale velozmente; es peligroso, porque mis sentimientos ignoran frecuentemente la razón, llevándome a hacer cosas que ninguna otra época del año habría hecho. Pero, ¿qué está mal en saludar a alguien con el que he estado enojado (quizá, sólo porque sí); decir a una niña que se ve hermosa [y que en la lencería apropiada, ha de ser una diosa], o decir 'te quiero' a esa mujer que admiro?

Eso último siempre es lo más difícil. ¿Por qué? Yo diría que por dos razones básicas: los [verdaderos] impedimentos (la distancia o hasta un noviazgo o compromiso más serio) y las máscaras que usamos. Creo que lo más difícil de superar son las máscaras; digo eso, porque naturalmente nos protegemos, para no sentirnos vulnerables, ni expuestos.

¿Sabes?, siempre pensé que decirle a alguien que me gustaba e interesaba (incluso que la quería) era arrojarme de cabeza al vacío. Sí, yo creía que automáticamente sería abusado por esa chica, pues sabiendo de mi 'debilidad', la aprovecharía para su ventaja. Por eso, por años, usé una máscara que proteger mi corazón; entonces se volvió un habito admirar y amar platónicamente; y según varios testimonios, me volví experto en ello.

He hecho todo esfuerzo para arrancarme la máscara... y creo que he sido exitoso. Me la he quitado por partes, y falta poco para no usarla del todo. A fin de cuentas, sólo quiero usar una máscara (que más bien sería un velo), que separe la parte más íntima de mí, el "yo real y verdadero", de aquel que la gente ve y convive, pero que poniendo un poco de atención puedan percibir mi engranaje, aunque no vean toda la maquinaría que me hace funcionar. Sólo quiero remover ese tenue velo para aquella a quién le diga "te amo".

Y si digo todo esto, es sólo para explicar que entiendo que cuando digo "te quiero", algo pasa debajo de la máscara de la receptora. Y digo "entiendo", porque en realidad no sé qué pasa; si es miedo o temor, incomodidad, pena, vergüenza, nerviosismo, ansiedad, todo lo anterior, o algo distinto. Sé que es difícil (si no es que imposible) pedir que esas dudas y sentimientos desaparezcan cuando digo "te quiero", más cuando trato de decir 'es en serio'; quisiera de una u otra forma hacer patente el hecho de que no busco herir, abusar o sacar ventaja alguna, más bien, dar todo lo necesario para crear un lazo especial (y momentos singulares) merecidos por alguien querida y admirada.

Sin duda alguna, explicar eso, después decir "te quiero", resulta en más dudas, temores... y lo entiendo.

¿Qué más puede hacer un coleccionista de momentos? Supongo que ser paciente... y esperar.

Por ello, puedo decir que nada nuevo pasa; digo, al menos nada grandioso que agite mi vida, nada que sacuda sus cimientos.

Te platico que ayer vi "Hannibal: The Rising", que te la recomiendo bastante; hoy, espero que los Borregos ganen otro partido, yo pueda comenzar a codificar alguno de mis proyectos personales o comience a jugar "Final Fantasy VII"... Martha Higareda llegue a darme un masaje, Natalia Lafourcade me cante al oído, pueda irme de juerga con Bruce Willis o George Clooney, ir al cine con Tom Hanks, ver el Americano con Troy y Big Ben... quizá -aun más gratificante- pueda escucharte, y hasta verte.

Desde luego, verte siempre es lo más gratificante, porque puedo decir "te quiero".

Pero aparte de esto, "sin novedades en el frente... es la 1, y todo sereno".