lunes, 16 de marzo de 2009

Señor Aldo Fasci, Secretario de Seguridad Pública del Estado de Nuevo León

¿Es mi impresión, o Aldo Fasci ha vivido en el “Nunca Jamás” o “El País de las Maravillas” todo es tiempo? Y cuando digo ‘todo este tiempo’, me refiero los últimos 10 años.

Dejemos a un lado el hecho de que la inseguridad está en cualquier parte, a cualquier momento. Mi pregunta sería: ¿a qué le llaman “foco rojo”? Porque, vamos a ver, que yo recuerde alrededor del Tec han ocurrido violaciones, asaltados, robos y actos violentos desde que llegué a la ciudad en julio de 1998. Incluso se han hecho leyendas sobre ese tipo de actos.

Aquí cabe apuntar algo: el Tec, dentro de sus limitaciones, procura la seguridad de sus alumnos y personal. Algunos ejemplos, es haber trabajado por desmantelar el famoso “Callejón del Cólera”, que atraía todo tipo de problemas y personas al área del parque Tecnológico; de hecho, en una época se le conoció a esa área como “El Bronx”; yo llegué a vivir cerca de ahí, y sinceramente los alrededores, y el parque mismo, no eran los más acogedores, incluso a varios de los chicos que vivían en el edificio los intentaron asaltar varias veces en el área; ahora, el área del parque se ve con más vida, y un poco más seguro.

Hace 8 años, a una amiga la asaltaron, y en el acto también la manosearon; el lugar donde ocurrió eso está a sólo unas cuadras de donde atacaron a la chica de prepa que violaron el miércoles pasado. Ahora bien, desde hace 8 años (y no sólo por lo que le pasó a mi amiga, si no a muchos otros estudiantes) se estableció el programa “Perímetro Cero”, que tenía como fin monitorear los alrededores, con una doble finalidad: brindar protección a la zona y buscar cuidar el orden entre los estudiantes. Al mismo tiempo, seguridad pública patrullaba la zona con las “cientos-algo”, que se quitaron (por gandallas, que en vez de estar procurando la seguridad de la zona, sólo andaban cazando alumnado) y regresaron… pero con otra cara y servicio.

Además, no tiene ni 2 años que ocurrieron 2 violaciones bien documentadas en zona Tec, y digo lo anterior porque yo estaba en US y me enteré por el periódico; una fue la del taxista y sus cómplices, y la otra de dos alumnos que presumiblemente habían violado a una alumna extranjera durante una fiesta – nunca supe en qué acabaron esas dos historias. A partir de entonces, el Tec puso rutas dentro de la zona, precisamente para que los alumnos no se vieran en la necesidad de caminar solos; aquí debo agregar, que si la chica vivía en Residencias del Tec, y salió de ahí, hay un servicio de custodio, a saber, un estudiante varón se presta para acompañar a la joven a donde esta necesite, incluso a la tiendita de la esquina. Por si fuera poco, en Residencias y el Tec existe el programa “Taxi Seguro”, que se encarga de pedir taxis a los sitios cerca del Tec, y cuando un alumno lo aborda, el guardia de seguridad toma nota del taxi, conductor y destino.

Cuando las laptops entraron al Tec, hubo un sinnúmero de robos, y aunque desde el primer día el Tec hizo campañas para usar candados o no dejar las laptops a la vista, ni descuidadas, como sea las laptops siguen siendo un blanco en la zona tecnológico.

Y sí, hay violencia cerca del Tec, y dentro de él; y de ello yo fui testigo y víctima. Y el Tec me brindó apoyo y ayuda; no me dieron una beca para terminar mis estudios, pero hubo personal que me cuido e incluso me llevó al ministerio público a declarar, y acompañarme durante el juicio; también me dieron cartas para que mis maestros estuvieran enterados del por qué de mi ausencia, y mi entonces director de carrera se encargo de que no me faltara nada en lo que a la academia se refería – a la vez que buscaban que no me chiflara, y luego agarrara de pretexto mi mal.

Sin el menor temor a equivocarme, yo diría que el Tec ha hecho lo que ha podido para asegurar la seguridad de su alumnado y personal. Y de paso debo agregar una cosa más: sí, el Tec cuida su imagen, pero no para ocultar lo que ocurre, si para evitar que medios y gente aprovechen ese tipo de notas para desprestigiar al Instituto; en otras palabras, es evitar la publicación de un pretexto para criticar al Tec. Yo entiendo, y yo apoyo eso; existe tanto amarillismo en los medios hoy, que si no salen notas como “jóvenes de la independencia roban en San Pedro”, o “Alumna del Tec atropella a alumno de la Uni”, o “Americanista acaba golpeado por Rayados”, la nota no vende.
Pero no hay nada peor que la voracidad ávida y el amarillismo de los medios, que alguien egresado del Tec (o de cualquiera que considere su alama mater) critique a su escuela, tal como si fuera de cualquier otra institución. Porque una cosa es darse cuenta de los defectos de una institución humana, y otra es ser asertivo con el resto de la gente que se escusa en los defectos para atacar a su institución. Que triste que exista gente que no conoce el sentimiento de pertenencia.

De regreso en el tema original de este escrito. No creo que Aldo Fasci viva en Monterrey, ni siquiera en Nuevo León… quisiera pensar que por lo menos vive en este planeta. Tampoco creo que su trabajo sea el más fácil que hay; sin embargo, quiero suponer que sabía en qué se metía cuando dijo “yo protesto” al recibir el cargo de “Secretario de Seguridad Pública Estatal”. O sea, no iba a jugar a policías y ladrones, ni indios y vaqueros.

Yo podría decir que la zona del Tec es bastante segura, en todo el tiempo que he vivido en Monterrey lo he hecho en esa zona y cercanías, y nunca me pasado nada (el cerro de la Campana no cuenta). Creo que hay varías razones, algunas ya las mencioné, y aunque quisiera agregar “el constante monitoreo de la policía estatal y municipal”, pues no puedo. Para mí, la policía municipal y estatal, en conjunto con los de transito, son una bola de gandallas y montoneros; ¿cómo es posible que Monterrey sea secuestrado por “tapados”, y las unidades de seguridad que llegan al lugar es sólo para volverse espectadores?, ah, pero en el caso de un choque, un asalto y otras fechorías – cuando se aparecen – van en manada.

Si el Tec es foco rojo, ¿qué será la Independencia?, porque estamos de acuerdo que si son las 12 de la noche, cualquiera podría ir caminado por la zona de Tec, y los carros y taxis entran y salen sin problemas… ¿quién me asegura que habría la misma seguridad al hacerlo en la Independencia? Y en caso de que pasara algo, pues creo que nadie iría a mi rescate, porque la policía municipal no es capaz de entrar a esa zona.

Señor Aldo Fasci, yo sé que esta recibiendo presiones de todos lados, y hasta siente pasos en la azotea, pero eso no lo justifica para decir que es culpa de los ciudadanos el que sufran por el hampa, criminales o pervertidos; ¿qué quiere decir con eso de que aprendamos a cuidarnos, para no estar provocando hechos delictivos?, pues, ¿qué es lo que se piensa, qué somos una bola de masoquistas?, ¿qué las jóvenes y mujeres de la ciudad son tan perversas como para andar por la calle buscando la oportunidad de ser ultrajadas?, ¿qué sólo compramos automóviles para que los dañen y roben partes?, ¿qué vamos por la calle a mitad de la calle ostentando las joyas familiares, y el dinero por el que hemos trabajado?, ¿acaso cree que los jóvenes y estudiantes merecen ser castigados por el hecho de ser ruidosos cuando no están en la escuela o en los deberes derivados de esta última?

Me niego a creer que, primero, apunte a una zona de estudiantes como un foco rojo a penas ahora, y, segundo, que a penas esté haciendo algo para poner en orden la zona. ¿Arrestaron 250 personas durante el operativo del fin de semana?, a ver, ¿sólo en la zona Tec?, pero ¿de quiénes estamos hablando? Porque para mí haría muchísimo la diferencia que fueran 250 (que se me hace muchísima gente para 3 días de operativo sólo en “zona Tec”) delincuentes, a 250 personas, entre delincuentes, personas sospechosas y estudiantes en estado inconveniente por venir de la fiesta o andar de “ruidosos” en plena vía pública, o incluso dando muestra de inapropiadas de amor en la vía pública.

No señor Aldo Fasci, no, no estoy de acuerdo en asustar a la comunidad (no sólo la de estudiantes, si no las personas con familias que viven en cualquier zona de la ciudad) aventándole la policía al que sea; no se me hace justo que tema más a la policía la gente que trata y se esfuerza por seguir la leyes, que aquellas que viven del crimen y/o las fechorías.

Pero lo que me preocupa más, no es que usted – señor Aldo Fasci – diga que la zona Tec es un foco rojo, si no que si esta zona ya es de preocuparse, ¿qué será de aquellas zonas donde la violencia y el crimen no son latentes, si no evidentes?
De verdad, me gustaría saber qué tanto hacen las corporaciones policiales para combatir el crimen en la ciudad y el estado; porque en este momento, sólo puedo ver agrupaciones policiales y justicia observando distantemente, quizá esperando que lo peor de la tormenta pase.

Y si me equivoco, no hay problema, puedo aceptar mis errores… que prueben que estoy exagerando, que no podríamos vivir en una ciudad y/o estado más seguros… no me mortificaría en lo más mínimo pedir disculpas en persona a usted, señor Aldo Fasci, ni a ningún otro agente de la justicia… mientras tanto, le suplico que ponga los pies en tierra firme, hágase conciente de qué sí está pasando y dónde. Evite el circo del politiquerío, sólo para dar la impresión de estar trabajando; no señor, no se trata de dar apariencias, porque aquí estamos hablando de vidas, su integridad, patrimonio y seguridad. Por favor piense en eso, y reafirme en su mente la frase “servidor público”.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Ver A Través de la Gente

Siempre he dicho que soy una mezcla de mis padres. De mi madre heredé algunas habilidades, como una especie de intuición; mi madre hubiera sido un excelente detective o psicóloga, por esa capacidad para poder cosas no tan obvias.

No es que pueda leer mentes, más bien es una capacidad para poder ver, en ciertos detalles, cómo es la gente. No leo auras, sino gestos y actitudes en la gente; bien dicen ‘que una señal dice que más que mil palabras’.

Mi mamá incluso podría ‘adivinar’ algunas cosas antes de que ocurrieran; podría saber qué pasaba con una sólo pista. Incluso puede obtener una idea acertada de una persona, sin conocerla mucho, y equivocarse al respecto sólo cuando deja que cosas externas afecten su juicio. Sí, madre es como una bruja.

Así como ella, puedo ver algunas cosas. Es el poder de la observación a través de las personas; poder ver a las personas más allá de cómo quieren verse a nosotros.

Ese tipo de habilidades son la mayoría del tiempo una bendición, pero de vez en cuando me causan diarrea y dolor de cabeza.

Lo pondré en una situación práctica para que me entiendan. Todos tenemos una “amiga” a la que queremos bastante, lo suficiente para querer que se vuelva nuestra relación con ella ‘más que una amistad’. Desgraciadamente, un fulano se traviesa en el camino, y termina por andar con ella. Antes de conocer al susodicho, el tipo es imbécil, retrasado mental, idiota, mamón, incapaz de sostener una conversación decente y lo mejor de él es la novia. Desde luego ella se esfuerza por mejorar la imagen de su pareja, cosa casi imposible de lograr.

En mi caso, basta un saludo y el cruce de un saludo, algunas palabras y gestos para darme cuenta el tipo de persona que es. Lo terrible es cuando me doy cuenta que es sinceramente una buena persona… eso me mata. Pensar que no sólo ella no anda conmigo, si no que anda con un buen tipo.

Eso me destroza, porque no puedo hacer nada al respecto, porque eventualmente el tipo me caerá bien, compartiré conversación con él, saldré con él y mi amiga… en fin, haciendo la vida un poco más penosa para mí. Desde luego mi naturaleza por la lucha de lo que es justo y correcto, me hará evitar mi parte de envidia y egocentrismo, para seguir adelante con ambas relaciones.

Espero no verlos en la misma situación.