martes, 13 de enero de 2009

Sin Sentido (Pt 2): Homosexualidad, Otras Preferencias

Hace una semana, en Monterrey un transexual fue asesinado. ¿La razón? El confesado asesino dijo que lo llevó con engaños al lugar de trabajo del deceso, y este último se balanceo sobre él para besarlo... la respuesta del ahora asesino quitárselo de encima, y sintiendo el rechazo el transexual se puso violento, lo golpeó; para defenderse, el heterosexual tomó lo primero que encontró: unas tijeras, con las que atacó y asesinó al transexual.

Esta noticia no fue lo que me impactó, si no el comentario que dejó un lector en la nota electrónica del periódico. En ella explicaba que por cosas así, los homosexuales siguen dando razones para ser odiados.

Aquí necesito hacer una aclaración, antes de proseguir - aunque sé que como quiera se hará caso omiso al terminar este escrito. Yo creo que la homosexualidad, transexualidad y otras preferencias similares, no son naturales. No estoy de acuerdo con ellas, porque creo que en la sempiterna sabiduría de la naturaleza, se puede ver claramente la razón y uso de cada sujeto, y en el caso de los seres humanos, del por qué hay hombres y mujeres.

Dicho esto, necesito hacer una aclaración más: no importa si estamos de acuerdo o no con respecto a las preferencias sexuales de una persona, TODOS estamos en 'el mismo barco', o sea, homosexuales, transexuales, bisexuales, heterosexuales, omnisexuales, heterosexuales y cualquier otro comportamiento - natural o no - formamos parte de una sociedad, por pequeña o grande que sea. De ahí que creo que independientemente de aceptar o no su estilo de vida, debemos respetar y tolerar su decisión, es decir, ser tolerantes.

Creo, por lo tanto, que no podemos marginar, o tratar como monstruos o fenómenos, a quiénes no van con el resto de la gente. Otra vez, necesitamos ejercer verdadera tolerancia. Tampoco podemos hacer generalizaciones, porque es una falacia que todos los homosexuales se comportan igual.

Independientemente de todo lo que acabo de decir, quisiera replantear la situación que llevó al asesinato de este transexual en particular.

Hagamos un pequeño experimento, replanteando el hecho que cité al principio: digamos que en vez de ser un transexual era varón, y el asesino era mujer. Excepto el cambio anterior, todos los hechos ocurrieron exactamente igual: el tipo trata de besar a la fuerza a la mujer, la mujer lo repele, él se enoja y la golpea, ella tratando de defenderse, toma lo primero que encuentra - unas tijeras -, ataca y mata a su agresor.

Para empezar creo que el escenario anterior es sumamente común... demasiado diría yo. Ahora, ¿los hombres aceptaríamos que una mujer dijera: 'por cosas así, los hombres siguen dando razones para ser odiados'? Entonces, muchos hombres dirían: "Es que no se puede generalizar", o "No todos los hombres son así". De hecho, no hace falta suponer, así es.

No hay que ir lejos para constatar que el comportamiento heterosexual, no es muy distinto del homosexual, al menos en lo que a hombres se refiere. O ¿alguien va a negar que entrado en copas no se pone "cariñoson", o tan siquiera dadas las circunstancias no ha por lo menos fantaseado, o considerado, tomar ventaja de una que otra situación en la que una chava está sola o incapacitada (así como cuando una chava está en borracha)?, ¿a caso no hay varones que abusan de sus familiares femeninos, como padres que abusan de sus hijas; o el jefe que toma ventaja sobre su secretaria? Ejemplos hay de sobra para mostrar como muchos varones son predadores de mujeres en situaciones menos ventajosas.

Si eso es cierto, ¿cómo podríamos decir que los homosexuales son más furtivos que los heterosexuales? Hacer eso es una manera de cegarse a la realidad, y desplazar culpas a todo un grupo. Finalmente, lo único que demuestra esto es la ignorancia en la que muchos están sumergidos, porque - dicho sea de paso - el ser humano teme aquello que desconoce.

Sin duda alguna esto es un tipo de racismo, y es un mal difícil de erradicar por ser tan antiguo como la sociedad humana misma. En el caso de México, sólo demuestra nuestra poca tolerancia (demostrada no sólo en este aspecto, si no un muchos otros) y nuestra escasa educación.

Sólo para redondear y finalizar mi discurso, quisiera compartir mi reacción sobre la noticia. Después de leerla pensé en que los hombres podríamos aprender algo de las mujeres, a saber, saber como lidiar con individuos que quieren aventajarnos y propasarse... porque las mujeres tiene una experiencia milenaria en cómo defenderse de hombres que quieren forzarlas a hacer cosas que no quieren.

miércoles, 7 de enero de 2009

Sin Sentido (Pt 1): Pena de Muerte

Todos han visto espectaculares en la calle, y otros tipos de formato de anuncio, en el que el partido Verde Ecologista propone votar a favor de la pena de muerte, exclusivamente para asesinos y secuestradores.

Esa idea salió después de la desaparición del joven Martí, al que tristemente asesinaron sus captores. Y como todo lo que salió a partir de dicho hecho, a mí me parece que hay quienes quieren lucrar con el sufrimiento de la gente.

Desde luego me parece una tragedia lo que ocurrió; y no porque Martí fuese hijo de un importante empresario mexicano. El secuestro es un acto cobarde, en el que se usa un ser humano para alcanzar fines únicamente personales, siendo el caso más común el de obtener dinero. El puro hecho que cualquiera sea secuestrado es una tragedia; peor si el secuestrado encuentra la muerte.

De ahí que muchos pidan la pena de muerte a quienes privan de la libertad o la vida.

Pero hacer eso a mí me suena a una venganza; matar a alguien (porque finalmente la pena de muerte es matar) como consecuencia de haber asesinado, es 'pagar con la misma moneda', 'devolver el favor'. ¿Cómo podríamos los mexicanos siquiera pensar en tal acto, en la venganza, si lo único que queremos es paz?, porque finalmente la venganza es un acto violento, y la violencia genera más violencia. Porque si no es paz lo que buscamos, ¿qué fue la dichosa marcha esa, en que tantos hombres y mujeres se vistieron de blanco, con velas en las manos?, ¿era por la paz, o sólo acto alimenticio de egos?

Hoy, en el México en que vivimos, no hay cabida para el uso de la Ley del Talión, o sea, 'ojo por ojo, y diente por diente'. El caso que se cita con frecuencia, es la del tiempo en Jehová Dios dio a los israelitas toda una serie de leyes que gobernarían a dicho pueblo; la Ley del Talión era una parte del código. Pero no podemos comparar a Israel de aquel tiempo, con México de hoy. Comencemos por el simple y sencillo hecho de que la nación israelí sólo profesaba una creencia (que en nuestro tiempos conocemos como judaísmo); al analizar la Biblia, el ejecutar a asesinos, prostitutas, ladrones, adúlteros, y otros malhechores, era con el fin de mantener a la nación limpia para Jehová Dios, pues era el pueblo de su pertenencia, y debían ser santos tal como Dios lo es.

Ahora bien, en el caso de los asesinos, sólo los familiares eran quiénes podían cobrar la deuda de sangre, nadie más. Sin embargo, había excepciones, como los asesinatos en defensa propia y los accidentales; los asesinos debían buscar zonas determinadas para refugiarse (ciudades de refugio) para no ser muertos, aunque recibirían juicio para examinar su caso, y de ser encontrados culpables, se dejaría a la merced del vengador de la sangre.

Aquí resalta otro hecho importante: los israelitas fueron (al menos por un buen tiempo) temerosos y seguidores de las leyes establecidas. Eso, porque con frecuencia se les hacía estudiar dicha ley, de principio a fin, e incluso memorizarla. Y quién no estaba de acuerdo con la ley, se le desterraba de aquel pueblo. Además, la impartición de justicia se hacía por las personas ancianas, y de mejor reputación, que huelga decir que eran igualmente susceptibles a la ley como cualquier otro ciudadano de la nación; de hecho, podrían recibir muerte por ser corruptos.

La ley de los israelitas no fue diseñada como medida asesina o venganza contra malhechores, si no como una forma de proteger al pueblo, tanto lo material como en lo espiritual. Ejemplos hay de sobra, tales como el jubileo y el cuidado de los ancianos, huérfanos y forasteros.

¿Qué nos hace pensar que podemos, como nación, hacer uso de la pena de muerte? En México hay tanta impunidad y corrupción, que hace absurdo el querer aplicar medidas tan drásticas de "justicia". Si por lo menos se aplicaran las leyes tal cuál, sería suficiente para vivir más tranquilos. Pero no, no es así; nuestro sistema gubernamental y de justicia está plagado de asociaciones delictivas y corrupción. Y excepto aquellos que han sido dañados directamente por la injustita, nadie exige que las autoridades hagan lo mínimo esperado por ellas, porque - para empezar - la mayoría de la población es ignorante, además de tener miedo de quiénes deberían protegernos y procurar nuestro bien.

Si es evidente que la autoridad es incapaz si quiera de impartir justicia, ¿cómo podríamos darle la responsabilidad de decidir a quién privar de la vida, para volvernos una nación de asesinos? Comencemos por exigir justicia, cumplamos con la ley... y luego examinemos si es realmente necesario pedir la muerte de infractores.

Señores partidarios del Verde Ecologista, ¿cómo pueden pedir justicia - y más la pena de muerte -, si la cabeza de su partido, legislador vitalicio, es un corrupto documentado? Y aunque todos somos susceptibles de error, yo no confiaría en que personas como él dictaminaran leyes para pena de muerte, cuando es obvio que otros intereses irán por sobre los de la población.

A quién corresponda: piensen antes de actuar. Es justicia lo que necesita México, no más sangre.