lunes, 28 de febrero de 2005

De las cosas que no consideramos al hablar

Me he dado cuenta de algo en mi manera de hablar: algunos no lo soportan. No tiene nada que ver con mi tono o porque sea grosero. Más bien, algunos creen que la mayor parte de lo que digo es para molestar o criticar.

Hace algunos años, durante una mesa redonda (donde estabamos reunidos puros amigos) buscabamos decir lo que pensabamos de algunos, con el afán de hacer notar nuestras cosas buenas y las no tanto. Nuestro sensei nos dijo antes de comenzar: "Pero recuerden: tómenlo o déjenlo. Las cosas recíbanlas como de quien viene". A pesar de lo simple (quizá, trillado) de la frase, la enseñanza sobre qué cosas debemos tomar para uno y cuales no es sumamente bueno.

Por mi parte, hago muchos esfuerzos por seguir el consejo. Aunque a veces es difícil, más cuando la gente se asusta de lo que hablo y lo toma como crítica. Entonces, se lanzan a dar comentarios para restarme valor o hacerme quedar mal.

Y no es que no pueda defenderme, más bien, sigo otro consejo - bíblico - que dice: 'Sean prestos en cuanto a oir y lentos en cuanto hablar'. Así, me esfuerzo por no seguir adelante con la discusión, que - en la mayor parte de los casos - no tiene sentido, ni terminará bien.

En estas ocasiones, aquel proverbio popular se prueba verdadero: "El estúpido opina, el imbecil grita y el sabio calla".

La gripa al inicio de semana

Pues el jueves y el viernes recordaran que estuvo lloviendo. Me sentí muy chicho, más con eso de que por mojarte no te enfermas (enseñanza del Dr. Laga). Sin embargo, de mojarte te bajan las defensas y mocos (literalmente)... te enfermas de gripa. Desde luego, su servilleta se chutó 4 cervezas ese día, dos de las cuales cayeron en mis garras durante el concierto de Jumbo, que a pesar de la concurrencia, hacia un, un... frio horrible (en ese tipo de situaciones desprecio mis Converse y extraño mis botas).

Ayer domingo como quiera lo sobreviví. De hecho, compré Desenfriol pensando que eso me salvaría, por lo menos me quitará el escurrimiento nasal. Y sí, funcionó buena parte del día. Pero hoy en la mañana que me levante, tenía el cuerpo más cortado que leche con cerveza (nunca las mezclen).

Afortunadamente el capitán Chalo tenía Tempra - de la medicina que le sobró de su propia crisis gripienta - y con dos tuve para levantarme. El efecto me duró como dos horas. Lo cual me lleva a la conclusión que mi cuerpo necesita medicinas más fuertes o esta gripa va para largo.

Lo peor ha sido estar en la chamba como grifo descompuesto. Los viajes al baño por provisiones de papel sanitario han sido frecuentes; lo más pesado es el esfuerzo que hago para mantenerme despierto, porque esta 'gripita' me tiene agotado.

¡Odio la gripa! Y más al inicio de semana. En fin... hoy entrego fotos de título, CURP y comenzamos con ensayos de "Opción Multiple" en el Auditorio.

Y bien...

Creo que esto es culpa de Tacoma (o de Naty y Xoch)... anyway. Hasta ahorita me cayó el veinte que hay este tipo de cosas sólo para los que nos gusta escribir (digo, eso de la foto es chido, pero no tengo ni cámara).

Además, puedes hacer imaginar a la gente con tus relatos.

A ver qué sale... a ver si puedo llegar al punto de verdad de platicar de todo, aunque la mayor parte del tiempo creo que estaré "maquillando" la realidad.