martes, 25 de octubre de 2005

Misceláneo de Ideas

Hoy hay muchas cosas que quiero decir, bueno, desde la semana pasada, pero hoy es el día que me desborda la necesidad de hablar y hablar. Pero no me dentré a darles detalles.

Desde hace unos días me di cuenta de que es importante no dejar de creer, porque si crees en el amor y amas a quién quieres amar, tarde que temprano te amará también. No importan las diferencias, sencillamente, de repente, se dejará vencer - lentamente - y se dará la oportunidad de amarte también. Quizá esa persona no lo entienda fácilmente, pero intentará acercarse, primero por la curiosidad de saber por qué tantan insitencia en ser querida y después se dejará llevar por el convencimiento de ser realmente amada.

Hay mucha gente en búsqueda de ellos mismos o de algo, pero si es algo, no saben qué es, aunque estoy seguro que ese algo es ellos mismos, pero eso lo sabe cada quién. Y es que muchos (y muchas) se pierden haciendo muchas cosas: unos buscan novio(a), otros sexo, quizá trabajo, deportes, gym, belleza, fiestas, alcohol... y cada semana hacen lo mismo, como ritual, como buscando mantener ese estado de bienestar, como si fuera la única forma de no estar solos ni tristes. Quien dice que está perdidademente enamorado de alguien, pero se inmiscuye con alguien más; quien dice que se siente feliz y se emborracha cada fin de semana; quien dice que no le pasa nada y llora a escondidas. ¿Por qué nos permitimos mentirnos así? ¿por qué si hay alguien a nuestro lado, nos damos permiso de traicionar, de engañar y mentir? Porque es normal, ¿no? Es normal sentirse vacío y querer llenar ese espacio de cualquier forma. Me interesa alguien (y ¿la amo?), pero a la vez necesito más que a ese alguien. Entonces yo creo que no te interesa como tú dices (menos, la amas), si no que te engañas, porque aunque dices que sólo la necesitas para amar, la verdad, es que quieres que te amen para no estar vacío y no sabes amar.

Cometer errores es de humanos; la Biblia dice que 'quién dice que nunca ha pecado, entonces ya pecó', es decir, la mentira es un pecado y quién dice que no ha pecado, peca de mentiroso. Por lo tanto, todos pecamos, ó en un sentido más mundano, cometemos errores, la regamos. Es cierto, hay errores que no son propiamente pecados, pero que duelen igual. Quizá mi error es que pienso mucho en algo para no cometer un error; pero hay quiénes no piensan mucho, hacen las cosas, las disfrutan, pero al final sufren por un error. Y no es que todo lo que hagamos va a dar a un error; pero hay decisiones cruciales, que no se deben tomar a la ligera. Creo que si algo vale la pena, vale la pena esperar por eso, porque la recompenza será mayor.

Y si nunca te has preguntado quiénes son tus amigos, pregúntatelo. Pero recuerda esto: deben amarte, interesarse sinceramente por ti y son humanos. Quien ama, sabe perdonar y no busca su propio interes. Los amigos son humanos y se equivocan a veces. El verdadero interes de uno al otro sólo puede llevarlos a susperar sus diferencias y seguir adelante, en vez de mellar el camino recorrido.

Deja a los filosofos pensar; no vamos a resolver a tu mundo, pero ayyudaremos a verlo desde otro punto de vista. Los quiero a todos.

lunes, 24 de octubre de 2005

¿Coincidencia?

Si me preguntan si creo en el destino, les diré que no. Me niego a creer que todo esté escrito y que sin importar lo que haga, el resultado siempre será el mismo. Eso de no poder escapar a "tu destino" se me hace una tonteria; digo, creo que si tenemos libre albedrío, sería medio tonto que hubiera un destino escrito para nosotros. Sé que Mi Igual dirá que puede ser tema discutible de distintas manera, 'pero de que existe un destino lo hay', diría.

De hecho, dentro de las cosas que discutiamos sobre la existencia del destino o no, están las coincidencias. Esos eventos que ocurren que cobran cierto sentido cosmogónico (sí, del cosmo) y existencial (no, no de las salidas) en la vida de cada quién. Mi igual y yo tenemos muchas coincidencias, no sólo en cosas que nos ocurrieron, si no también en cosas que viviamos juntos. Mi igual se resistía a creer en esas coincidencias tan evidentes y palpables; en parte, creo, que sin querer daban demostraciones sobre hechos predestinados (los cuales hubiera servido como pruebas irrefutables de que la unión de nuestros caminos no era una coincidencia). Por mi parte, creo en las coincidencias, pues creo que cada quién hace de su vida lo que quiere y forja el camina que decide para sí mismo. Conocer a alguien es sólo la concecuencia de que cada quién llevo su vida de tal manera, que en cierto punto ambos caminos se cruzaron, una coincidencia de rutas.

Y acompañan a las coincidencias, los ciclos. Hay coincidencias que se dan por los ciclos que tenemos. Siento que el ser humano, por ser un sistema natural, inevitablemente tiene ciclos en su vida. Esos ciclos ineludibles. Esos ciclos algunas veces son largos, otras veces cortos.

¿Nunca les ha pasado que pasado cierto tiempo les ocurre algo, en circunstancias similares a la vez anterior? De hecho, yo he visto que ocurren las mismas cosas por consecuencia de varios ciclos que coinciden en una vez.

He de decir, que en mi caso, a parte de las coincidencias con Mi Igual, las coincidencias que ocurren en ciertas fiestas son sorprendentes. Casi casi, con la confianza de decir que lo que ocurrirá. Creo que algunos podrán ya saber a qué me refiero, si es que han estado cerca de mí en las fiestas.

Ahora, quiero decir que no todas las coincidencias, ni los ciclos son siempre esperados, deseados y buenos. Habra ciclos en los que estemos que sabemos que no queremos seguir ahí, porque las coincidencias son desagradables. Por eso digo que el destino no existe, porque una vez que somos concientes de lo que ocurre, tenemos el poder de cambiar nuestra ruta y crear nuevos ciclos, quizá más benignos que los actuales.

Y bueno, uno de mis ciclos me llevó a una coincidencia en que Mi Igual se fue. He tratado de cambiarlo, pero ha sido difícil. Ya veremos sin darme cuenta, por ahí, en un cambio de ciclo, en una coincidencia, nos volvemos a topar.

jueves, 13 de octubre de 2005

Y hubo tarde, y hubo mañana de un miércoles cualquiera de octubre

Miércoles... ¿al fin? La verdad es que la semana ha pasado un poco lenta. De repente el tiempo se escurre, pero por cada hora que se escurre, hay otra que tiende a infinito. Sin embargo, el miércoles fue sumamente rescatable.

Estuve trabajando con Mire como dos horas (quizá tres, ¿quién lleva cuenta del daño?) sobre la - god damn - forma que mellaba día a día mi orgullo. Finalmente, con algunos malabares y 'jales chicanos' (oh JC, your influence, du-de) logramos que la - god damn - forma funcionará como debía. El proceso no fue tan horrible, al contrario, charlamos de muchas cosas y nos reíamos de cualquier cosa, hasta leímos los cartones de Trino del día; de hecho, no pasaba en el teléfono tanto tiempo desde que charlaba con Randú por teléfono en la prepa. Lo importante es que al final la - god damn - forma jaló, bueno, jaló hasta dónde mi responsabilidad respondía.

Es curioso, pero en la mayor parte de las mañanas me chutó 1 café y 2 sodas (de cola, que sí, qué rica es) para despertar y mantenerme alerta; pero después de reír y reír y trabajar con Mire, la circulación de la sangre era tan buena, que con el primer café de la mañana fue suficiente (digo "primer", porque cuando aun me siento sobnoliento, voy por otro café). Alguna día desarrolaré alguna manera de administración de proyectos, en donde el reir y un ambiente de buen humor sea la base de la motivación del equipo; quiero probar que este tipo circunstancias hace la gente más efectiva, más comprometiva y los equipos se vuelven fuertemente motivados.

Pasó lo que tenía que pasar... y finalmente llegué a la casa. El día anterior compré "Man on the Moon" y "Sexo, Pudor y Lagrimas"; por alguna razón me vi atraído a ver "Man on the Moon" (que hasta ese momento nunca había visto completa). Mientras veía la película, deliberaba sobre ir a clase de teatro; por un poco más no voy, porque la película es genial y yo me sentía cansado... pero fui.

La clase pasó sin novedades. Para esto, ya había quedado con la Xoch de ir a la 'tocada' de Jumbo y Plastilina Mosh en Expotec; por un poco más 'rajo'... pero soy un hombre que cumple sus promesas. No lo sabía, pero Alex también iba al concierto, así que el descubrimeinto fue muy agrdable. En chancesitos le platicaba las nuevas de mi vida, pero como siempre, es muy atropellado cuando charlamos, sobretodo por los espacios y tiempos para hacerlo. Aun así, Alex recibió de buena gana todo lo que le dije. Por eso quiero tanto a mi roomate.

Debo de decirles que cuando pusimos el primer pie en Expotec, comenzó a caer agua desde el cielo (no, no era lluvía... todavía). Pues que si son peras o son manzanas y creo que buscando comida, conocidos o qué se yo, le dimos 'vuelta al ruedo'. Parecía que aun era estudiante, porque según iba avanzando me topa a toda variedad de conocidos: gente que tenía poco de haberlos visto, otros que hacía poco tiempo me había acordado de ellos y, como siempre, los inesperados. Para cuando terminamos el barrido de la zona, nos paramos entre la multitud - que esperaba el concierto de Jumbo - a escuchar a unos chavos que traían una buena propuesta músical de sonidos electrónicos y percusiones. Entonces - ahora sí - comenzó a llover.

Aquí es donde comenzó la parte extraña de siempre que voy a Expotec. De repente, si me quedo parado por un instante, sólo observando, comienzo como alucinar. Todo es como un sueño; la gente que pasa, lo que hacen, lo que dicen; de repente ya no son cuerpos, si no caras, que con la lluvia y la poca iluminación, se reducen a razgos más puros, entonces todos se parecen a todos; es decir, todos los hombres traen la misma cara, todas las mujeres traen la misma cara y todos son la misma cara. Es como una de esas escenas de pelicula en que el/la protagonista está ebrio o drogado, con música electrónica de fondo, con los sentidos bien agudisados, y percibe todo lo que pasa a su alrededor, mientras pasan personas riéndose, otros molestos, otros sin expresión... pasa todo tipo de chica, con todo tipo de ropa, con cualquier expresión. Pero siempre aparecen fantasmas.

Cuando se "tranquilizó" la lluvia, nos fuimos frente al escenario a esperar a Jumbo. Jumbo, como siempre - por alguna razón -, prendió al público; durante el concierto la lluvia empeoró (¿o mejoró?) y en la resignación total, nos mojamos completamente. Entonces aparecieron los fantasmas; de repente el espectro de Mine, La Ausente y la Porrista se aparecieron. A veces era La Ausente y la confundía con la Porrista, viceversa, pero Mine siempre fue Mine. Todo se volvió un estado tipo orgiástico: los hombre se lanzaban en una especie de slam (que no venía al caso), las mujeres brincando con la ropa empapada y transparentada, el ambiente oliendo húmedo y a cerveza. Yo cantaba y brincaba, según los del alrededor me lo permitían. En una ocasión, dos chavas fueron a dar accidentalmente frente a Alex; las chavas conversaban emocionadísimas y Alex volteaba a ver a cada una cuando tomaba la palabra, lo hacía con esa mirada inquisitaba, sin expresión, pero poniendo mucha anteción a lo que decían... me causó 'curiosidad'. Pues para que se dieran una idea de cómo estuvo la mojada que me dí, tenía las manos arrugadas, como si se me hubiera pasado el tiempo en la regadera.

Terminó el concierto, llegué a la casa y me puse las pijamas. Pero no soporté las ganas de terminar de ver "Man on the Moon". No me lo van a creer, pero la película me conmovió; la historia de Andy Kaufman me sorprendió de sobremanera. Por otro lado, la actuacón de Jim Carrey es magnífica; definitivamente, merecía la nominación y quizá hasta el Oscar. Pero sobre Kaufman, hablaré después.

"Buenas noches", dijo Alex. "Buenas noches Alex", le dije. Y 'hubo tarde y hubo mañana de un miércoles cualquiera de octubre'.

lunes, 10 de octubre de 2005

Germán Dehesa

Pues el blog de hoy va para un señor que admiro. Desgraciadamente, muy poco he seguido su trayectoria y vida. Pero hasta donde el entendimiento me da, nunca he necesitado saber mucho de la trayectoria o vida de alguna persona para valorarlo. Podría hacer una lista bastante amplia de gente que poco sé del antes, pero mucho de su ahora y mañana, personas queridas, admiradas para mí.

Antes que nada, el que finalmente me lance a escribir sobre él, se debe a que en el fin me chuté "Cilantro y Perejil" (de esas películas del llamado "Nuevo Cine Mexicano"; una película simple, pero genial) y el señor Dehesa hace el papel de psiquiatra (bueno, eso dicen los créditos). Entre las risas de su argumentación y como que ya me la debía, decidí escribir algo para él. Señor Dehesa, por favor no se decepcione de mi mala gramática, por eso escribo en este espacio, para mejorar; le puedo asegurar que mis intenciones son mejores que mi habilidad para poner acentos y construir frases.

Haciendo memoria de la primera vez que escuché sobre el hombre, fue en un chiste de Polo Polo. No, no... de verdad, ahí dónde lo ven, Polo Polo lee el periódico. Ni idea cual fue el chiste, ni por qué el comentario, pero Polo Polo lo mencionó. Después, caí en la lectura del periódico; ya ven que durante una época "El Norte" era de agrapa leerlo en línea y pues en aquellos días de otoño del 2002 tenía mucho tiempo libre. Sólo para completar la onda de la lectura, no había otra hora en el día en que me riera más, y no porque no tomara en serio lo que decía el señor Dehesa, al contrario, es que tiene una manera tan seria de ser sarcástico, que mi risa era la complicidad a todo lo que platicaba.

El señor Dehesa, desde mi punto de vista, es peculiar. Me gusta la sinceridad que tiene para hablar de él mismo y su vida. Aunque le cambia el nombre a su familia (el Blucles, la Hilary, etc), si uno pone atención en sus editoriales, se puede sacar la historia de su vida, sus hijos y matrimonios. De esas historias, comparto mucho las anécdotas en que de repente se encuentra en aprietos; desde luego que me he sentido como en muchas ocasiones, en las que, por ejemplo, el wey que te atiende en el hotel te sale con que tu nombre no está en la lista de reservaciones.

Una cosa importante he de declarar. No es que crea que el señor Dehesa sea un "líder de opinión" en lo que a cuestiones políticas y sociales se refiere, no. Pero creo que tiene opinión; lo que más valoro es que tenga argumentos (bien fundados) y sentido común para decirlos, y eso, decirlos. Y no sólo decirlos (así como sus historias personales y de su admiración por Ana Gabriela), sino su manera de ponerlas por escrito: siempre con toques de ironía y sacarmos, en una gramática simple y bien elaborada, adornada con un chorro de frases y palabras bien rimbumbantes. No creo que el señor Dehesa posea la verdad, ni la única opinión; pero creo que se necesita una opinión o un punto de vista para comenzar o complementar el propio.

Pero cualquiera, no importa si lo admira o no, debe aceptar que el señor está sinceramente comprometido con México. No quiero hablar de partes de México, si no de todo México: la nación, el pueblo, el territorio, la economía, la soberanía, la cultura, etc. ¿Recuerdan aquel huracán que azotó la península durante el 2002? Germán Dehesa, armado de su editorial, logró reunir víveres para la gente dafnificada; ¿saben en que se los llevó? En uno de esos aviones enormes que usa el ejercito para mover equipo militar, tropas y proviciones. A lo mejor a él le molesta ser llamado "líder de opinión", pero como quiera, es un 'líder' (Recuerdo que el señor Dehesa comentaba que llamo a un general del ejercito y este último le contesto: "Usted dígame donde y nosotros pasamos por su encargo", pero que nunca se imaginaron que eran TONELADAS lo que se iba a movilizar). Desde hace casi un año (quizá menos, quizá más) diariamente ha agregado el "¿Qué tal durmió?", que básicamente es una protesta - y recordatorio - sobre la falta de justicia sobre los casos de mujeres muertas en Cd. Juárez (Ya ves Jorge, al señor Dehesa también escribe sobre Cd. Juárez, no sólo sobre Praga).

También agrego a mi simpatía por él su dedicación al teatro. Para los aficionados a este humilde blog, saben que un servidor le gusta andar en esas cosas del diablo; entonces encuentro muy agradable que también Dehesa lo haga, porque no sólo actua, sino también escribe drama - sí, yo sé, eso es lo que a mí me falta.

Una vez lo escuché en persona. Fue en la "Feria Internacional del Libro" en Monterrey, si mal no recuerdo del 2002, cuando presentó su libro "Los Prisidentes". Me encató la manera que tiene de hablar, porque es muy tranquilo, pero sus dichos están tan llenos de energía; lo gacho es que hablaba de personas de las que ni he oído mentar, entonces hacía difícil imaginar todo, aunque de por si las situaciones de las que hablaba eran muy graciosas (algunas, no vayan a pensar que fue a hacer variedad magico-comica-musical).

Debo admitir que conocer la narrativa de Germán Dehesa fue todo un consuelo para mí. Lo anterior porque me gusta llevar este espacio tanto como a él le gusta hacer sus editoriales. Porque en nuestra manera de platicar las cosas - sin afán de comparar al maestro con el aprendiz de alumno - siempre hay una burla a nosotros (primero) y luego al resto (sistemas de cosas, grupos o personas particulares). Puedo notar que él disfruta escribir, que es un placer; también, que quiere que sus lectores disfruten lo que leen, pero ante todo, dejarlos pensando, un poquito - aunque sea un 'poquito' - sobre esto o aquello... quiero pensar que algo de eso se llevan mis lectores también. Y sobretodo la menera de escribir, tan peculiar y caracteristica; decía al principio del parrafo "consuelo", porque cuando te topas que escribes como alguién reconocido como Germán Dehesa, quiere decir que no ando tan perdido. Tú, lector, lectora querida (perdón señor Dehesa por piratearla esa) ya sabrán que nunca niego mi influencia dehesiana (eso se puede confirmar en este blog: Ah, esas mujeres I).

Bueno, de convertir esto en una investigación, podría escribir una tesis sobre el Charro Negro, hablar sobre su obra, su estilo, lo que piensa (y su por qué)... pero no es el objetivo de este blog en particular. Hoy, en este blog, lo más importante es quitarme el sombrero frente al señor Germán Dehesa y darle gracias por ser ejemplo de un excelente ser humano y un mexicano sin igual. Recuerden: HOY TOCA.

Cualquier comentario, queja o pregunta a este blog dehesiano, favor de hacerlo llegar al chahuistle, o através de la sección de comentarios de este blog.

miércoles, 5 de octubre de 2005

Querido Blogger...

Querido Blogger,

Hoy te escribo para para platicarte uno de los hechos más impresionantes que me han acontecido. Desde que descubrí el viaje a Puebla, Jalisco, creo que no había tenido logros significativos en descubrir cosas impresionates.

La historia es muy sencilla. Una niña me quiere ver las cara de #"$#&%$/& diciendome que mal interprete las cosas.

Querido Blogger, tú me conoces, y si no, seguro te has dado cuenta que no soy ningún #"$#&%$/& (uso la misma expresión para estar seguros que me refiero a los mismo). Hace poco escribí que era "manso"; pero que muchos confunden eso con "menso". Por eso digo que creen que soy #"$#&%$/&; aunque a veces es bueno navegar con esa bandera, sólo para no asustar a nadie.

Pues, Querido Blogger, resulta que "conocí" a esta chica con la cual por algún tiempo estuve charlando. Disfrutaba mucho charlar con ella, intercambiabamos fotos y bromas. La verdad, es que era muy divertido. En muchas ocasiones las charlas se ponían un poco densas y en ocasiones hasta salían propuestas. Sin embargo, anticipando cualquier mal entendido, en una ocasión le dije que no eramos, ni seríamos amigos.

Pasó el tiempo y buen día le dije abiertamente que qué onda con nosotros, que si cuando no tuviera novio habría chance y me salió con qué no, porque eramos "amigos" (y lo entrecomillo para diferenciar del verdadero termino para amigo y el que las mujeres usan). Entre las discusiones posteriores, resultó que todo era un mal entendido, que yo interpreté las cosas de una manera distinta a lo que realmente eran; después logré que ella aceptara que sabía que no la veía con ojos de "amigo" (aunque dijo que al principio pensó que bromeaba, pero que hasta que hablé con ella sobre alguna oportunidad se dio cuenta que era en serio). Yo no estaba del todo satisfecho de todo esto, porque me hacía ver como ímbecil; también me dolió mucho que se hiciera #"$#&%$/&, después de todo (o sea, que prendiera el boiler y no se metiera a bañar).

Por cierto, Querido Boiler, digo Blogger, ya sé que dirás que qué poca la mía de andar tras una chava con novio. Pues, ¿qué crees? Resulta que a la vuelta de dos semanas (desde que hablamos del chance) se le sale decirme que está quedando con otro chavo - un conocido mío -; ya te imaginaras cómo me puse. Y pues precisamente ella decía que no me tomó en serio porque en esos días ella tenía novio y lo sabía. En vista de eso, le decía que pues qué diablos pasaba, que ahora sí andaba quedando con este chavo... Ay Querido Blogger, a qué no adivinas: ya no tenía novio. Pues si te imaginabas cómo me puse primero, pues ahora al cuadrado.

Pero te tengo buenas noticias, Querido Blogger, porque ahora sé lo que necesitaba. Ahora puedo crear una duda razonable que, de haberlo llevado a los tribunales, me daría el gane. Resulta que hoy charlando con esta chava, argumenté sobre parte de su conducta alimenticia(que por experiencia previa conocía) y ella negó que fuera así; cuando presenté las pruebas de dicho comportamiento (el cual no tiene nada que ver con nuestro problema anterior), no le quedó más que aceptar que yo tenía razón, que ella tenía ese comportamiento. Entonces dijo: "Se me fueron las cabras. Ya veo que no es tan fácil mentirte".

¿Te das cuenta Querido Blogger, te das cuenta? Y todo lo que tengo que decir al respecto - por que la cuestión está más que clara - es lo que alguna vez dijo Jesús: "De la abundacia del corazón, habla la boca".

Chahuistle, 26 años

martes, 4 de octubre de 2005

El mismo tiempo y espacio

Desgraciadamente, para muchos mexicanos, el que alguien de más de 16 años vea dibujos animados, significa que aun no maduras. Sí, muchos creen que ver caricaturas (ó incluso leer comics) ó anime es para niños, porque - según ellos - lo que se presenta no es real, son historias para niños. Quisiera aprovechar para explicar que cualquiera que diga eso comete un error por ignorancia.

Tomaré un anime que personalmente me gusta e impacta como ejemplo, desde donde partiré para hablar de lo que realmente quiero tratar. "Evangelion" es una serie de anime, que para nada es para niños; de hecho, yo no la recomendaría a ningún niño ó persona fácilmente impresionable. Esta serie trata temas complicados sobre el ser humano, enlazados con una historia un tanto más extraña y controversial; les puedo asegurar que ningún niño entendería fácilmente esa combinación. En "Evagenlion" hay dos personajes entre los que ocurren un sinnúmero de situaciones complicadas, muy complicadas: Misato y Shinji. Shinji es un niño de como 14 años (sumamente complicado y de una autoestima baja, con complejo de inferioridad) y Misato es una chava como de 25 años (que tiene una vida desorganizada, es entusiasta, impulsiva, cachonda y con tendencia la depresión, a pesar de demostrar mucha fortaleza cuando es necesario). Sin más explicaciones, para que Shinji no viviera solo, Misato lo lleva a vivir a su departamento (que es un caos completo). Según pasa el tiempo, Shinji se encarga de que el departamento esté limpio y en orden; y si bien no se ven mucho en el día, el desayuno es infalible para encontrarse. A Shinji le desespera mucho la manera de ser se Misato; le desespera, por ejemplo, que se levante tarde, desayune con cerveza, que sea un desorden, que sea tan "abierta" para hablar de cosas un poco íntimas, entre otras cosas. De hecho a Misato se le puede ver en ropa interior andando por la casa, sale de bañarse y sólo trae un toalla; por alguna razón todo eso molesta a Shinji. Un día, se da cuenta que eso sólo lo hace con él y con nadie más; entonces, por primera vez no se sintió solo, más bien se sintió importante y se percato era la manera de ella de quererlo, agradecer su compañía y hacerlo "sentir en casa".

Tendrían que ver la serie para entender un poco más a los personajes y sus circunstancias. Ahora bien, ¿a qué viene todo esto? Bueno, quiero confesar que paso por una situación muy similar. Quisiera tomar el blog de KillerFry ("Sharing", del 30 de septiembre de 2005) y decir que en pequeños detalles se demuestra la confianza. Alex haría una cara como: "O sea, no tiene nada de especial, es ropa, ¿qué tiene?". Curiosamente en el detalle de la ropa en el tendedero, valoro la confianza depositada en mí; quisiera decir que es una tontería, pero no lo creo. Eso es un ejemplo (y de hecho el punto de partida de mi reflexión) de cómo pequeños detalles te dicen la confianza que te tienen. De hecho, recién comenzamos a vivir juntos, Alex me dijo que con gusto podía lavar mi ropa, que no tenía problemas con eso; sentí un poco de pena, pero más que nada me negué porque quería apender.

También, trató de ponerse de acuerdo conmigo para la comida; pero por la distancia que recorró para ir a la casa, la verdad era imposible. Alex me sugirió hacer de comer y compartir la hora de la comida juntos. Creo que desde entonces, no hay un día que no me pese no poder estar en la casa a la hora de la comida. Díganme, ¿qué puede ser mejor que comer comida casera y compartirla con tu roomate? Ah, sin contar con el detalle que puedo comer la espantosa comida del comedor de la chamba ó salir, quizá pedir, a cualquier changarro de comida rápida. (Aquí es donde Alex haría su cara de "¿y luego?"). Esos detalles se me hicieron super chidos de su parte.

Esos son dos detallitos bien simplistas. Pero como esos, hay otros muchos detalles que los percibo como muestras de confianza. Y si bien las cosas no siempre salen como las esperaba, lo que es, es suficiente para demostrar que esperaba lo que no debía ó lo que ni siquiera es. Si las cosas ocurren de cierta manera, es porque no pueden ocurrir de otra forma y así se deben de aceptar. Con un poco de observación, me doy perfectamente cuenta que para ser mi primera experiencia fuera de Residencias, la estoy pasando muy bien.

Porque esto es un tiempo y un espacio que compartiremos. "Algo que contarle a nuestros nietos", diría Alex. Lo veo algo que quedará en nuestras vidas y que de alguna manera marcará un época; nos hace ver las cosas con otra perspectiva. Hay retos y momentos que afrontar, que a mi parecer tienen un sabor distinto al que haya probado antes. Aprender que cada quién tiene su manera de decir las cosas y mostrar su aprecio por el otro; que uno es más efusivo y vistoso para demostrar lo que siente, cuando el otro es más reservado para hacer patente lo mismo. Que uno dice lo que siente con cosas y el otro con acciones. Darse cuenta que realmente somos diferentes...

Por esos detallitos que compartes, por tu manera de ser y la forma en que me dejas ser, por esos detalles que me hace sentir "como en casa", por ser mi compañía, por demostrarme que no se puede generalizar, porque falta mucho por vivir y hacer, que no es necesario hablar todo el día, que los buenos momentos se disfrutan de muchas manera, muchas gracias Alex. (Entonces Alex hace una cara de "ok" y sonríe).