martes, 4 de octubre de 2005

El mismo tiempo y espacio

Desgraciadamente, para muchos mexicanos, el que alguien de más de 16 años vea dibujos animados, significa que aun no maduras. Sí, muchos creen que ver caricaturas (ó incluso leer comics) ó anime es para niños, porque - según ellos - lo que se presenta no es real, son historias para niños. Quisiera aprovechar para explicar que cualquiera que diga eso comete un error por ignorancia.

Tomaré un anime que personalmente me gusta e impacta como ejemplo, desde donde partiré para hablar de lo que realmente quiero tratar. "Evangelion" es una serie de anime, que para nada es para niños; de hecho, yo no la recomendaría a ningún niño ó persona fácilmente impresionable. Esta serie trata temas complicados sobre el ser humano, enlazados con una historia un tanto más extraña y controversial; les puedo asegurar que ningún niño entendería fácilmente esa combinación. En "Evagenlion" hay dos personajes entre los que ocurren un sinnúmero de situaciones complicadas, muy complicadas: Misato y Shinji. Shinji es un niño de como 14 años (sumamente complicado y de una autoestima baja, con complejo de inferioridad) y Misato es una chava como de 25 años (que tiene una vida desorganizada, es entusiasta, impulsiva, cachonda y con tendencia la depresión, a pesar de demostrar mucha fortaleza cuando es necesario). Sin más explicaciones, para que Shinji no viviera solo, Misato lo lleva a vivir a su departamento (que es un caos completo). Según pasa el tiempo, Shinji se encarga de que el departamento esté limpio y en orden; y si bien no se ven mucho en el día, el desayuno es infalible para encontrarse. A Shinji le desespera mucho la manera de ser se Misato; le desespera, por ejemplo, que se levante tarde, desayune con cerveza, que sea un desorden, que sea tan "abierta" para hablar de cosas un poco íntimas, entre otras cosas. De hecho a Misato se le puede ver en ropa interior andando por la casa, sale de bañarse y sólo trae un toalla; por alguna razón todo eso molesta a Shinji. Un día, se da cuenta que eso sólo lo hace con él y con nadie más; entonces, por primera vez no se sintió solo, más bien se sintió importante y se percato era la manera de ella de quererlo, agradecer su compañía y hacerlo "sentir en casa".

Tendrían que ver la serie para entender un poco más a los personajes y sus circunstancias. Ahora bien, ¿a qué viene todo esto? Bueno, quiero confesar que paso por una situación muy similar. Quisiera tomar el blog de KillerFry ("Sharing", del 30 de septiembre de 2005) y decir que en pequeños detalles se demuestra la confianza. Alex haría una cara como: "O sea, no tiene nada de especial, es ropa, ¿qué tiene?". Curiosamente en el detalle de la ropa en el tendedero, valoro la confianza depositada en mí; quisiera decir que es una tontería, pero no lo creo. Eso es un ejemplo (y de hecho el punto de partida de mi reflexión) de cómo pequeños detalles te dicen la confianza que te tienen. De hecho, recién comenzamos a vivir juntos, Alex me dijo que con gusto podía lavar mi ropa, que no tenía problemas con eso; sentí un poco de pena, pero más que nada me negué porque quería apender.

También, trató de ponerse de acuerdo conmigo para la comida; pero por la distancia que recorró para ir a la casa, la verdad era imposible. Alex me sugirió hacer de comer y compartir la hora de la comida juntos. Creo que desde entonces, no hay un día que no me pese no poder estar en la casa a la hora de la comida. Díganme, ¿qué puede ser mejor que comer comida casera y compartirla con tu roomate? Ah, sin contar con el detalle que puedo comer la espantosa comida del comedor de la chamba ó salir, quizá pedir, a cualquier changarro de comida rápida. (Aquí es donde Alex haría su cara de "¿y luego?"). Esos detalles se me hicieron super chidos de su parte.

Esos son dos detallitos bien simplistas. Pero como esos, hay otros muchos detalles que los percibo como muestras de confianza. Y si bien las cosas no siempre salen como las esperaba, lo que es, es suficiente para demostrar que esperaba lo que no debía ó lo que ni siquiera es. Si las cosas ocurren de cierta manera, es porque no pueden ocurrir de otra forma y así se deben de aceptar. Con un poco de observación, me doy perfectamente cuenta que para ser mi primera experiencia fuera de Residencias, la estoy pasando muy bien.

Porque esto es un tiempo y un espacio que compartiremos. "Algo que contarle a nuestros nietos", diría Alex. Lo veo algo que quedará en nuestras vidas y que de alguna manera marcará un época; nos hace ver las cosas con otra perspectiva. Hay retos y momentos que afrontar, que a mi parecer tienen un sabor distinto al que haya probado antes. Aprender que cada quién tiene su manera de decir las cosas y mostrar su aprecio por el otro; que uno es más efusivo y vistoso para demostrar lo que siente, cuando el otro es más reservado para hacer patente lo mismo. Que uno dice lo que siente con cosas y el otro con acciones. Darse cuenta que realmente somos diferentes...

Por esos detallitos que compartes, por tu manera de ser y la forma en que me dejas ser, por esos detalles que me hace sentir "como en casa", por ser mi compañía, por demostrarme que no se puede generalizar, porque falta mucho por vivir y hacer, que no es necesario hablar todo el día, que los buenos momentos se disfrutan de muchas manera, muchas gracias Alex. (Entonces Alex hace una cara de "ok" y sonríe).

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