Dejando atrás mi etapa depresiva y destructiva, pasemos a cosas un tanto vanales.
Hallabame yo tranquilamente tirado (literalmente) viendo la tele, cuando de pronto el panteón de los dioses de la media lanzaron un terrible castigo sobre mí: me hicieron perecer por 20 segundos. Ha sido lo más terrible que me ha pasado desde los comerciales de toallas íntimas. *
Pues les digo, estaba tranquilamente viendo un documental sobre el suicidio masivo en California del 97 (los del movimiento de Heaven's Gate) en Discovery ID, cuando se van a comerciales. Lo que comenzó como el anuncio de una película que está cercana a proyectarse - y no quiero decir nombres, porque estoy encontra de lo que están haciendo con ciertos personajes de la mitología popular del terror -, continuo por ser el comercial de una reconocida marca de automóviles europeos, en el que se hacia alución al auto que manejaba el protagonista del largometraje... ¡incluso pusieron un site sobre dicho carro y persona!
Al termino del comercial, me sentí... me sentí... no sé, engañado, traicionado y castigado sin deberla ni temerla o mercerlo. Con los ojos a punto de lagrimas rogaba por respuestas a los dioses: ¿por qué... por qué?, ¿qué había hecho yo para merecer tal castigo? Perdí 20 segundos de ya mi deroriada vista, además del daño de las chorrocientas neuronas que servían para mantener la atención en la caja tonta... perdí 20 segundos de mi ya madreada vida viendo un comercial de automóviles patrocinando una película churrera, destruye-leyendas, hecha para pubertos que creen que el amor es rosa, y entre más se sufra o sea imposible ese amor, es mejor. ¡¿Por qué?!
Desde luego, no hubo respuesta de nadie, sólo hizo eco la risa de Nemo, a la vez de sus palabras de comfort al sentirse más o menos igual (pero como él no tiene sentimientos, entonces no pasó por lo mismo que yo). Deberían poner una advertensia en ese tipo de comerciales, tal como los comerciales en que muestran pruebas de automóviles y explican que son profesionales los que realizan esas audacias, de ahí que nadie de la población común debería intentarlas... igual, deberían poner un aviso que diga: "Las imágenes que están a punto de precenciar podrían ser impactantes para algunos televidentes. Se pide su discreción."
Después de tan devastador comercial, mi clasificación de comerciales se ampliará y contemplará una cuarta categoría, siendo ese comercial el último rubro.
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* Paraa mí sólo hay 3 tipos de comerciales: los que valen la pena ver o cumplen su proposito, los malos y los de toallas íntimas.