En lo que va del año ya van varias llamadas de atención que siento que me dicen: "estás envejeciendo", o cuando menos "crees que estás chavo, te sientes como chavo, pero ya no estás chavo".
Por ejemplo, lo he sentido en lo que respecta a la salud. Creo que este he consultado voluntariamente más medicos que en ningun otro momento de mi vida. En estos días íncluso que visitado al dentista, porque ya necesitaba un muy importante mantenimiento en mi dentadura.
Otras cosas que me han hecho sentir la llamada de la naturaleza para envejecer es mi sensibilidad al frío. Al menos este año mi nariz ha estado muy delicada con respecto con los cambios de temperature y las temperaturas bajas . No he estado congestionado, pero hace falta que cambie tantito la sensación térmica para que comience a estornudar.
El horario de mi actual proyecto ha agregado otra singular circunstacia, pues mi hora de entrada es a las 6:00 am. Desde luego, para poder sobrevivir a ese horario debo irme a dormir temprano, temprano como bebé o niño de primaria. Las veces que rompo esa rutina, el levantarme al siguiente día es toda una azaña.
Incluso, hace unos días recibí el susto de que probablemente cambie mi rutina alimenticia y vida precisamente por razones de salud. Pero eso no es seguro aun, así que esperaré a que llegue la segunda opinion al respecto.
Así que a pesar de mis esfuerzos por detener el tiempo, el tiempo me ha ido alcanzando. Espero que a pesar que el cuerpo decáiga, aun la mente me permita en el viaje de la juventud.
Tiempo de Frío
Llego el tiempo de frío, y con él mis ganas de salir corriendo a una playa o un lugar más cálido. La realidad es que no puedo escaper de la ciudad, a pesar de haber vacaciones en el horizonte.
Ya lo he comentado antes, y es que ojala pudiera irme un lugar sin tanto frío y poder seguir mi trabajo y rutina diaria desde ahí.
Como siempre digo: soñar no cuesta nada.