lunes, 5 de diciembre de 2005

Fascinante

(Para acompañamiento de este blog, se sugiere poner "Televators", de The Mars Volta, contenida en el disco De-Loused in the Comatorium)

Hace más o menos un mes hubo una reunión en mi cantón (o sea, mi casa). Recuerdo que era temprano, cuando comenzaron a llegar los primeros invitados. Así, apareció esta chica, que aunque ya la conocía, como que por primera vez le puse antención.

Estamos todos charlando, tirados en la sala. Yo "programaba" un poco de música en la maquina. Ella notó que tenía música de The Mars Volta; "¿Tienes música de Mars?, ¿tienes el disco de De-Loused in the Comatorium?", le digo que sí y me pide que ponga la canción de "Televators". Un amigo en común nos preguntaba de qué diablos hablabamos, la expresión de los dos fue: "¿No has escuchado The Mars Volta?", él dijo que no y repuso que siempre escuchabamos cosas raras.

En fin, pongo "Televators", porque a parte ella quería mostrarle a nuestro cuate de lo que se ha estado perdiendo. Antes de que comience la rola, me pregunta si tengo algo de "At the Drive-In" y le digo que, que se me ha olvidado ir con un amigo (Mau) para que me pase sus rolas. Estamos escuchando la música; al principio seguía la música y musitaba un poco la letra, sólo levantaba un poco la voz en el coro.

Ella estaba sentada en uno de los puff de la sala, cruzada de piernas (en el estilo meditación trascedental o de yoga). Mientras pasaba la rola, me quedé un momento callado y pensaba en esa coincidencia tan agradable. En eso, comenzó esta parte de la canción: "Pull the pins, save your grace, mark these words, on his grave...", yo salí de mi debraye cuando comencé a escuchar que esta niña comenzó a cantar esa parte. Yo estaba fascinado, muy fascinado de verla cantar; no sé cómo explicarlo, sencillamente cantaba con tanto sentimiento que me emocioné, de hecho, no recuerdo si cantaba bien o cantaba mal, eso es algo que no registré. Siento que fue una eternidad lo que la escuché cantar; de hecho, es la hora en que aun recuerdo ese momento y me da cierto bienestar (así como cuando recordamos algo que ingerimos y nos cayó de pelos o la memoria de algo que acariciamos y nos causó satisfacción).

Luego, comenzamos a ver qué películas tenía y a ella le gustó mi colección. "A ver qué día me invitas a ver alguna", me dijo. Yo me quedé muy entusiasmado con la idea, y le dije: "Claro que sí, luego nos ponemos de acuerdo".

Y bueno... no hemos coincidido (chin!!). Pero lo que es cierto es que ahora no puedo despegar esa imagen, ya sea que escucho la canción y me recuerda ese momento o sencillamente en un rato de debraye viene a mí ese momento. Es un recuerdo agradable que viene y va. De hecho, si he escrito este blog es porque, de alguna manera, quisiera repetir ese instante... a ver si se puede antes de que ya no sea posible.

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