Hoy es la boda de Bola, mi viejo compañero de armas. De esa generación de prefectos quedamos 3 sin casarnos.
Estoy hospedado en un Camino Real, mi primera vez en un hotel de la cadena. La atención ha sido excelente desde que llegue. Aprovecharé para expresar que mis amigos (me refiero a los que han escogido un hotel como sede para sus bodas) han hecho excelentes decisiones sobre los hoteles sede.
No voy a entrar en detalles, pero este viaje también fue un golpe a mi autoestima, y hasta cierto punto sacó lo peor de mí. De ahí que ha sido una lección de humildad y me motiva a ser mejor. Asimismo, ha puesto frente a mí otros retos, que como tales me sacarán de me área de confort, pero las recompensas serán grandes.
Por lo pronto, me queda una mañana de preparativos para la boda. Me retiro para poner manos a la obra.
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