Me he visto (valga la expresión) en la necesidad de usar lentes por 12 años; bueno, quizá un poco más, porque cuando era más pequeño los usaba; pero inenterrumpidamente, ha sido por la última docena de años.
Derivado de un pequeño accidente, más mi poca destreza para arreglar armazones, desde el martes pasado no he usado lentes. En mi caso, sin lentes no puedo manejar de manera segura; de hecho, conducir por las noches es aún más complicado. Llevó tres días batallando para concentrarme en la pantalla de la computadora.
Sin ir más lejos, sin lentes, me siento sumamente desprotegido.
De los males, el menor es no identificar a la gente a lo lejos, si no hasta que están a dos o tres pasos de mí. Insisto, no es lo peor que me ocurre, aunque sí es incómodo. Ahora apliquenlo a un lugar público, donde hay chicas... That's right, you got it.
Desde ayer, no he usado lentes. Es una experiencia nueva; es raro no sentir el armazón (de hecho, hoy, inconcientemente quisé acomodarmelos), ni los puntos ciegos fuera de las micas. Me cuesta explicar lo genial que es no traerlos.
Por lo pronto, estoy usando pupilentes mientras me entregan los lentes. Ese par lo usaré mientras llega el día de la operación; así es, me operaré para ya no usar ningún tipo de lente.
Estos días he disfrutado una probadita de lo que sería vivir sin lentes... No puedo esperar.
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comete mis calzones thomas!!! te extraño amiguis!!!
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