Mis estimados y viejos amigos... Nunca les escribo, lo sé... es raro que después de tanto tiempo lo haga... déjenme parafrasear: ¿es raro que después de tanto tiempo lo haga? Personalmente les diría que no. ¿La razón? Pues en realidad no me siento lejos de ustedes. Siempre hay algo que me los recuerda... siempre. Así pues, como un pequeño tributo y reconocimiento a ustedes. El título del correo lo reconoceran, y si no se los digo: es la despedida de Beto Cuevas al final del Unplugged de La Ley. En su momento se me hizo una frase un tanto sosa, falta de sentido, algo sacado de la manga (tal como suena Ceratti al final de su "último concierto" en Buenos Aires).
Pero, hace un momento escuchaba "Aquí No es Así" (Caifanes), y me acordé de ustedes... ahí, finalmente, me hizo sentido la frase de Cuevas. Si algo he de reconocer, es que ustedes me enseñaron a disfrutar la música. De entrada, nunca voy a olvidar el día que Randú me "introdujo" a Café Tacvba; ¿te acuerdas abuelito? Ese día me dijiste que fuera paciente y escuchara "Las Flores" versión Unplugged; quedé tan sorprendido del ingenio del grupo, que desde entonces soy fan del grupo y lo considero de lo mejor que ha dado el rock mexicano.
Alex... bueno, tú, tú me presentaste a Dream Theater. ¿Te acuerdas flaco? Pusiste un video de un concierto... sinceramente no recuerdo ni el concierto, ni la canción... sólo recuerdo todo ese complejo sonido, muy complejo como para que lo digiriera en esos días. Hoy es de mis bandas preferidas; he ido en cualquier oportunidad a sus conciertos (incluso pagado el boleto más caro sólo para estar hasta adelante); además, escucho y disfruto lo que ha salido de ese grupo, tal como John Petrucci y su disco solo, y Liquid Tension Experiment y Liquid Trio Experiment. Además, me enseñaste mis primeros pasos en la bateria, que sigue siendo mi instrumento favorito... y en el Rock Band lo toco (casi) en expert mode.
Ahí no acaba. ¿Recuerdan la mecedora de mi cuarto? No hay una ocasión que no escuche el unplugged de Stone Temple Pilots y los recuerde coreografeando y cantando, sólo porque Randú decía que le recordaba la mecedora que usaba Scott Wailand en el show. Tampoco se me olvida cuando cantaban a duo a Illya Kuriaki, o que fueron al concierto de Alanis Morisette y de lo emocionados que estaban al su regreso. Ah, y ¿cómo olvidar a "Mole de Olla"? Sí... la música los hace presentes a mí... y nunca dejo de escuchar música. ¿Cómo podría olvidarlos? No puedo.
Claro, hay muchas otras cosas que vivimos e hicimos juntos; pero desde luego que son anécdotas, y son incontables. No hace mucho encontré el cassette de "Juventud Jarocho", proyecto para el cual prácticamente entre los cuatro (incluido Ponchi... que de paso les digo, parece que voy a hacer testigo de su próxima boda... como diría Randú: "es largo y complicado", pero en una oportunidad les platico la historia) escribimos. Está el rally, el video para la clase de Ángeles Roa (que siempre pregunta por ustedes), la parillada de final de semestre, las circunstancias alrededor de mi prima y compañía... ¿de qué otras cosas se acuerdan ustedes?
Alguna vez les dije que aun en la distancia ustedes siempre son mis amigos. Juntos nos hemos demostrado que no importa el tiempo o el espacio, siempre que volvemos a coincidir es como si nunca nos hubieramos dejado de ver... para mí eso es un placer y una satisfacción. De ahí que diga que se hacen verdaderas esas palabras de Randú dijo, cuando estabamos en la playa (después de rescatar a Alex de su intento de buzo suicida): "No importa dónde vayas o a quién conozcas... nosotros siempre seguiremos siendo tus amigos".
Los quiero mucho muchachos. Cuidensen y "si ven a alguien tirado, hángalo a un lado y sigan rockanroleando".
miércoles, 23 de septiembre de 2009
lunes, 7 de septiembre de 2009
Broken Hearted
Brevemente, Wikipedia dice que Broken Hearted es una metáfora utilizada comunmente para referirse a la perdida de alguien amado.
Cuando me hayo en esa situación, por lo regular me dan ganas de arracarme el corazón; así como en el juego Killer Instinct, que uno de los personajes hace un fatality, que entre otras cosas, es de un puñetazo enterrar la mano en el pecho, tomar el corazón y sacarlo aun palpitando.
Desde luego, el corazón físico no es quien controla esas emociones, sino una parte de nuestro cerebro; pero es en el pecho donde sentimos todo ese dolor caracteristico del 'mal del amor'.
Todos los que hemos pasado por eso (que seguramente somos todos) realmente quisieramos beber algo para terminarlo, de perdido hacer hocus pocus y poner todo bien.
Y quizá lo que diariamente nos parecía normal, toma otro significado y comienza a afectarnos. Por ejemplo, la música; de repente notamos que la mayor parte de la música habla sobre temas relacionados al amor, a relaciones fallidas, a extrañar a otra persona, rechazo, traición, reproches... entre otras cosas. Ya ni se diga las canciones rancheras (tipo Chente), banda, tambora y mariachi, que la mayoría son para dolidos; a eso agrénguenle la música rock y pop, que esta plagada de esos temas. Ah, y por si fuera poco, ¿qué tal cuando el grupo de moda es el que te recuerda a la otra persona, eh? The Beatles es como meter el dedo con vinagre y sal a la hérida; tan sólo en estos días, la publicidad sobre The Beatles está por todos lados: todo el mundo ahora quiere escuchar The Beatles, en las revisterías hay especiales de The Beatles, van a sacar un compilado remasterizado y no sé qué más de The Beatles... ¡hasta van a sacar un Rock Band edición especial de The Beatles... pobre del que le toqué aguantar el mundo así, el próximo 9 de septiembre sentirá que el mundo le cae encima.
En mi caso, será porque sou computólogo o sabra Dios, pero cada vez que me levanto, como que se carga el kernel y todas las aplicaciones en mi mente, y con eso viene el recuerdo de mis dolencias, que a su vez me las provoca.
En fin, creo que por eso me gusta tanto Alice in Chains; con canciones como Hate to Feel y Love Hate Love sigo pensando que para cualquiera es difícil afrontar la separación y afrontar todo lo que conlleva "alejarse" de esa otra persona; a veces nos tocar fácil, porque somos quiénes queremos terminar la relación; pero cuando nos toca jugar el rol del "terminado", más cuando realmente nos importa la otra persona, desde luego que 'nos va en feria'.
Personalmente, siento tan difícil aceptar, asimilar y respetar ese tipo de decisiones, sobretodo cuando la otra persona realmente me importa y la quiero; al principio siempre es como un mal sueño (como esos sueños tan intensos, que creo que fueron verdad), aunque la verdad dicta otra cosa... ahí es cuando - eventualmente, después de dos o tres madrazos - me deprimo y comienzan mis turbulencias. Lo que pasa en mí es como si hubiera un laberinto en mi cabeza, y el tiempo en que debo superar la situación, estoy búscando la salida al laberinto.*
Para mí, esa es la parte cruel: debo superar la situación. Es una imposición y no hay nada que se pueda hacer al respecto; la otra persona no me permitirá (menos si ya está con alguien más) pasar un proceso de separación saludable, para luego sencillamente dejarnos. No, así no funciona; parece ser que el entendido, el "standard social", es que los rompimientos deben ser trágicos y de tajo, si no, no vale la pena que sucedan. El psiquiatra me preguntaba si sufría por las separaciones, de cualquier tipo; le decía que en si puedo lidiar con las separaciones, todas, excepto las amorosas. Hay un mecanismo en mí, que al saber que fin de algo se acerca, me preparo y comienza a cerrar ciclos, pendientes y a cortar las cosas que podrían afectarme después de dejarlas. En las relaciones amorosas no se da ese proceso de separación, y con eso la carga de fantasías y emociones... pues me convierto en un manojo de sentimientos depresivos y autodestructivos... creo por ahí venía la pregunta del psiquiatra.
Desde luego, como cualquier tormeta, al final llega la calma... pasa la tormeta y quedan los recuerdos del desastre. Quizá, lo que siempre me atormeta es: ¿por qué siempre quedan como recuerdo de un desastre?
---------
* Desde que vi X-Men 2, la manera en que Xavier salé del trance al final de la película, es más o menos como me siento cuando estoy buscando la salida, y finalmente la halló.
Cuando me hayo en esa situación, por lo regular me dan ganas de arracarme el corazón; así como en el juego Killer Instinct, que uno de los personajes hace un fatality, que entre otras cosas, es de un puñetazo enterrar la mano en el pecho, tomar el corazón y sacarlo aun palpitando.
Desde luego, el corazón físico no es quien controla esas emociones, sino una parte de nuestro cerebro; pero es en el pecho donde sentimos todo ese dolor caracteristico del 'mal del amor'.
Todos los que hemos pasado por eso (que seguramente somos todos) realmente quisieramos beber algo para terminarlo, de perdido hacer hocus pocus y poner todo bien.
Y quizá lo que diariamente nos parecía normal, toma otro significado y comienza a afectarnos. Por ejemplo, la música; de repente notamos que la mayor parte de la música habla sobre temas relacionados al amor, a relaciones fallidas, a extrañar a otra persona, rechazo, traición, reproches... entre otras cosas. Ya ni se diga las canciones rancheras (tipo Chente), banda, tambora y mariachi, que la mayoría son para dolidos; a eso agrénguenle la música rock y pop, que esta plagada de esos temas. Ah, y por si fuera poco, ¿qué tal cuando el grupo de moda es el que te recuerda a la otra persona, eh? The Beatles es como meter el dedo con vinagre y sal a la hérida; tan sólo en estos días, la publicidad sobre The Beatles está por todos lados: todo el mundo ahora quiere escuchar The Beatles, en las revisterías hay especiales de The Beatles, van a sacar un compilado remasterizado y no sé qué más de The Beatles... ¡hasta van a sacar un Rock Band edición especial de The Beatles... pobre del que le toqué aguantar el mundo así, el próximo 9 de septiembre sentirá que el mundo le cae encima.
En mi caso, será porque sou computólogo o sabra Dios, pero cada vez que me levanto, como que se carga el kernel y todas las aplicaciones en mi mente, y con eso viene el recuerdo de mis dolencias, que a su vez me las provoca.
En fin, creo que por eso me gusta tanto Alice in Chains; con canciones como Hate to Feel y Love Hate Love sigo pensando que para cualquiera es difícil afrontar la separación y afrontar todo lo que conlleva "alejarse" de esa otra persona; a veces nos tocar fácil, porque somos quiénes queremos terminar la relación; pero cuando nos toca jugar el rol del "terminado", más cuando realmente nos importa la otra persona, desde luego que 'nos va en feria'.
Personalmente, siento tan difícil aceptar, asimilar y respetar ese tipo de decisiones, sobretodo cuando la otra persona realmente me importa y la quiero; al principio siempre es como un mal sueño (como esos sueños tan intensos, que creo que fueron verdad), aunque la verdad dicta otra cosa... ahí es cuando - eventualmente, después de dos o tres madrazos - me deprimo y comienzan mis turbulencias. Lo que pasa en mí es como si hubiera un laberinto en mi cabeza, y el tiempo en que debo superar la situación, estoy búscando la salida al laberinto.*
Para mí, esa es la parte cruel: debo superar la situación. Es una imposición y no hay nada que se pueda hacer al respecto; la otra persona no me permitirá (menos si ya está con alguien más) pasar un proceso de separación saludable, para luego sencillamente dejarnos. No, así no funciona; parece ser que el entendido, el "standard social", es que los rompimientos deben ser trágicos y de tajo, si no, no vale la pena que sucedan. El psiquiatra me preguntaba si sufría por las separaciones, de cualquier tipo; le decía que en si puedo lidiar con las separaciones, todas, excepto las amorosas. Hay un mecanismo en mí, que al saber que fin de algo se acerca, me preparo y comienza a cerrar ciclos, pendientes y a cortar las cosas que podrían afectarme después de dejarlas. En las relaciones amorosas no se da ese proceso de separación, y con eso la carga de fantasías y emociones... pues me convierto en un manojo de sentimientos depresivos y autodestructivos... creo por ahí venía la pregunta del psiquiatra.
Desde luego, como cualquier tormeta, al final llega la calma... pasa la tormeta y quedan los recuerdos del desastre. Quizá, lo que siempre me atormeta es: ¿por qué siempre quedan como recuerdo de un desastre?
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* Desde que vi X-Men 2, la manera en que Xavier salé del trance al final de la película, es más o menos como me siento cuando estoy buscando la salida, y finalmente la halló.
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