lunes, 21 de noviembre de 2005

Bad Mood

Estoy de mal humor. Pero ni yo me aguanto, de plano. Hoy, a parte, me siento un poco mal físicamente, además de las preocupaciones de los compromisos que se avesinan.

O sea, me molesta la música, los ruidos de la computadora, las voces de todos, los murmullos, las voces en el teléfono... estoy insoportable. Vienen me hacen bromas (que de por si me molestan) en un mal momento. Ahora hace mucho calor en la oficina, los weyes del aire acondicionado de verdad son unos imbéciles, no saben ni siquiera ajustar un termostato para tener el lugar en una temperatura agradable; nos quieren en hipotermia o viendo espejísmos.

Mongo está a un lado, tratando de hablar en Inglés y se oye tan desastroso, que me molesta, que de hecho, él me molesta siempre. Mike se cambio de lugar, atras de mí, lo cual es bueno, pero hoy me siento un poco presionado por eso. El café no es suficiente y los juegos de cartas me aburren. Y aunque hay cosas en las que puedo estar ocupado, me siento lo suficientemente mal como para desentenderme.

Hoy me siento exasperado, con ganas de estar tirado en la cama, más que en cualquier otro lugar. Pero tampoco quiero estar en mi cama, ni viendo la tele. A penas charlar con La Sandy y Mire me levantan un poco el ánimo; lo que más me ánimo fue el comentario que encontré de la Chica de las Fotos (que su final no sé si es para alegrarme o preocuparme).

Me siento como si estar de mal humor - ahora - fuera un estado natural, asciente y eterno. Aunque lo que si puede ser cierto es que cada día más, desde que terminó el verano, me pongo más de mal humor. Y eso está mal, porque no me gusta ser así; yo no soy así. El problema es que no estoy en mi ambiente, en ningún sentido.

Lo peor de todo, es que sé que me tiene de malas y me molesta cada fin de semana, hasta entre semana. Pero por alguna razón no me he hecho de fuerzas para enfrentarlo... no es que no tenga el ánimo o la disposición, es sólo que no tengo - quizá - el valor. Sobretodo es por el miedo a que no podré arreglar nada (porque de alguna manera lo veo venir, no sé por qué); espero equivocarme en mis presentimientos.

También, así son lo días de noviembre. Entonces, no puedo hacer mucho al respecto. Muchas cosas pasan (y pasaron y pasaran) en noviembre. Estoy casi seguro que esto se acaba en un mes, así que sólo necesito esperar... esperar un poco.

jueves, 17 de noviembre de 2005

Sé, lo que debo saber

"Sin buscarlo, me entero de todo", me dijo una vez Randú, cuando estabamos en la prepa. Ese comentario vino por mi sopresa de que supiera cosas, que se supone no debería saber; es decir, cosas que tenían que ver con él, que los demás hablaban a sus espaldas o sencillamente cosas que no debería enterse. Me sorprendió mucho su comentario, porque pensaba que era imposible que esa información de repente le llegara, sin pedirla ni buscarla.

Desde luego en aquella época, el último guardaba cualquier secreto o hecho que no debía saber era yo, como si todo aquello fuera un muerto y yo la tumba. Randú era quién me tenía al día de todo aquello que no percibía y era difícil de saber. En aquellos días no comprendía cómo funcionaba, es más, se me hacía imposible enterarse de cosas de las que no querían que supieras o que se ocultaban al propósito.

Han pasado como 7 u 8 años desde aquel comentario, pero en ese lapso de tiempo descubrí que sí, las cosas que necesito saber llegan por sí solas.

No tengo necesidad de preguntar, ni husmear o espiar para enterarme de lo que debo saber. Sólo falta que alguien lance un comentario al aire, haga un movimiento raro, una risa o un gesto para saber lo que necesito. A veces ni siquiera eso, porque no falta quién llegue a platicarme - en su ignorancia - de algo que necesito saber. Todo siempre es accidental, pues son cosas que no deberían llegar a mí.

Y quizá piensen que es porque la gente me tiene mucha confianza, pero no es así. Insisto, es una casualidad. De hecho, lo que descubro o me entero se debe a pura observación.

Creo que por eso me volví tan cauteloso, porque comencé a saber (sin que los implicados lo supieran) sobre muchas cosas que tenían o no que ver conmingo. Entonces, resulta que sé todo lo que necesito saber y un poco más. Lo mejor es que los demás no lo saben, ni lo sospechan.

Finalmente, debo reconocer que sí hay quiénes me tienen confianza y me platican de sus cosas. De los demás (o de lo demás) me entero por mi cuenta, sin esfuerzo, porque llega por si mismo a mí. No se preocupen, ya deberion darse cuenta que aunque sepa mucho de algo, nunca es demasiado pronto para difundirlo. Sigo siendo "the ultimate grave".

lunes, 14 de noviembre de 2005

Termina otro ciclo

Ayer tomé una decisión importate para estos días. Dejaré a un lado la conversación en la que he insistido tanto. No más flajelación, ni más tormeto anónimo. Dentendré esa bola de nieve que comenzó pequeñita e inofensiva, y ahora comienza a rebelarse y revolcarme.

Ayer en la noche decidí que me volveré expectador, o una especie de depredador asechante, que sólo espera un buen momento. Seguiré siendo afortunado en el juego, en la vida y en el trabajo. Nada de querer explicar lo que no quiere ser explicado, mucho menos cambiado; no porque no se pueda, es porque tomó la decisión de ser así y no ser más que eso. Nada de pretender la derrota una y otra vez, queriendo aprender de ellas y luego lograr una victoria aplastante.

Casi al final de domingo me di cuenta del tiempo que he desperdiciando tratando de conquistar lo que ya tiene dueño, aquello circunscristo por límites. Que parece que quiero paz con quiénes quieren la guerra; que busco tesoros en lo saqueado. Nada más de hacerme a un lado para dejar pasar. Ya no habrá sacrificios o rezos para Afrodita y me esconderé de Eros. Tampoco sembraré en lo arido, ni pediré fruto a lo seco.

Se acabo este ciclo de perdidas sin sentido, de mermas y robos. De ser ignorado y dejado a un lado del camino. No más de esta copa. No más.

Me regreso a mi lugar, a esperar, esperar... esperar sentado, en mi ambiente. Ya no trataré de imitar los bailes de los hábiles bailarines, ni seguiré el paso de los veloces.

Ayer decidí que si he de tener una musa, que se presente, que yo me acercaré. Que si en este tiempo y espacio hay alguien para mí, que se muestre, que no la defraudaré. Pero no seguiré por este aburrido camino del "no, no, no" o la ignominía. Prefiero vivir en mi propio anonimato, lejano y taciturno, como observador profesional y arlequín. Me regreso a mi rincón, porque se acabo este estúpido ciclo de búsqueda de lo que no quire ser encontrado por mí. No más charla, no más pensamiento, no más tiempo... ahora sólo quedo yo para mí.

jueves, 10 de noviembre de 2005

Yo y mi gran bocota

Era una vez un Chahuistle muy tímido, tan tímido, que pasaba mucho tiempo deliverando sobre a quién debería abordar para invitarla a salir; a parte, era bien wey para hablar con las mujeres.

Un día tenía muchas ganas de invitar a salir a la Chica de las Fotos. Y aunque ya habían salido una vez, las últimas veces ocurría que ella andaba muy ocupada o tenía planes. El Chahuistle comprendía eso, porque ahora el día tenía mucho tiempo libre y veía que la gente que lo rodeaba no tanto.

Así, paso aquel día haciéndose de fuerzas para llamarla. Finalmente, en un momento de locura, tomó el teléfono y le marcó. Después de los protocolos, el Chahuistle le pregunta a la Chica de las Fotos qué va a hacer al día siguiente; ella le responde con su agenda para el siguiente día, bastante apretada por cierto.

El Chahuistle se siente un poco abrumado tratando de invitar a salir a alguien que evitendemente hace más de su tiempo que él. Entonces, queriendo adularla, se le sale decirle: "Eres demasiado ocupada para mí", o algo así; lo que trataba de decir es que 'yo Chahuistle soy un zangano en comparación contigo, Chica de las Fotos, que siempre eres productiva'.

El Chahuistle nota un cambio en ella, pero no prestó atención, si no que agrega: "Oye, pues separame un espacio en tu agenda". La Chica de las Fotos - todavía más sacada de onda - le dice: "No es como que tenga una agenda; pero si voy a estar muy ocupada". Entonces, el Chahuistle - notando la incomodidad de ella -, le dice que es una manaera de decirlo, que está bien y que para otra ocasión será.

Nuestro bocón amigo se quedó pensando un rato sobre el por qué ella de repente se mostró poco molesta. Repasando la charla le cayó el veinte de su "maravillosa" frase aduladora. "Por eso nadie me quiere", se decía burlándose de sí mismo y de lo que acaba de suceder. Así, el Chahuistle tomó camino y mientras andaba cantaba: "Ahí va la tempestad, ya parece un paisaje habitual...".

martes, 8 de noviembre de 2005

De los cambios de conversación y otras incongruencias

Dicen que es dificil charlar conmigo. La Que Anda Ausente (ó sólo La Ausente) una vez se molestó conmigo porque decía que no la dejaba hablar y que ella también quería expresarse. Pero cuando hablabamos, no había cambios de conversación repentinos para evitar un tema. Por lo regular nos enredabamos en una conversación fuerte y densa, que nos deja sin energía; al final siempre terminabamos débiles. Definitivamente hay cosas que se equiparan al sexo y te dan el mismo resultado.

Antes invertía mucho tiempo en el messenger. No es una novedad el tiempo que invertía frente a la computadora. Yo creo que desde unos años para acá, dedico más de 6 horas diarias a estar en la computadora (desde que trabajo, mínimo unas 9). En ese tiempo charlaba con mucha gente por el messenger. Creo que había veces que charlaba con la misma chava por más de 4 horas. Eso quedío atrás, aunque ahora de vez en cuando sigo haciéndolo. Y ya sea en el messenger, por teléfono o en persona, las mujeres en general tienen la costumbre de cambiar de conversación.

Esa es otra razón por la que incomodo a algunas chavas. Dicen que hablo muy en serio siempre. Bueno, ¿de qué otra manera se podría hablar? Si haces una apuesta, pues procuras cumplirla. Las mujeres hacen apuestas para no cumplirlas, sólo para llamar la atención. Luego entonces si siente que estoy hablando en serio sobre un reto (que por lo regular así es), se sacan de onda y se sordean. De hecho, siempre hablo en serio. Entonces, viene el cambio de conversación o las risas.

De alguna manera me choca que hagan eso. Ayer por la noche me di cuenta que una chica se puso algo en su nick en el messenger que obviamente iba para mí. Cuando le quisé sacar charla al respecto, se sordeo y no volvió a contestar. Si le digo que me agrada, ser ríe o me pone una carita de algo. Lo peor de todo fue cuando quisé charlar con una amiga, que por enésima vez me dejo "plantado"; o sea, no me dejo plantado, pero me insistio mucho en que nos vieramos el domingo y a fin de cuentas, no nos vimos. Al querer expresar mi 'incomodidad' al respecto, su respuesta fue 'de que no me traumara por eso'. No deseaba hondar mucho en el tema, pero si quisé darle a entender que no me latía que me dijera una cosa y luego me saliera con otra... ella se hizo wey, me dijo que luego hablabamos y que se iba a dormir porque estaba cansada.

O sea, ¿qué les pasa?, ¿por qué no pueden enfrentar una conversación?, ¿es tan dificíl? Claro, todo va siempre a querer evitar una responsabilidad. Siempre he estado encontra de que me salgan con cosas así, cosas como el famoso 'no sé', los emoticons o risitas, sólo para no dar una respuesta de frente. Y no sólo por el messenger, si en cualquier conversación normal, de cara a cara, es lo mismo; siempre le quieren sacar la vuelta a las cosas para no tener que verse resposables de algo que dijeron, o evitar algún compromiso.

Y son tantos ingredientes los que entran en esta mezcla, que podría hablar muchos blogs al respecto, pero las respuestas son sencillas, es más, a veces es sólo seguir la conversación. Y todo tiene que ver con todo. Si les gusta un wey, díngalo "me gustas Wey"; si fulano te escribe algo, díngalo, "Fulano me gusto lo que escribiste, por esto, esto y esto... " o "Fulano no me gusto por aquello, esto y lo otro"; si no querían salir con alguien "Alguien, no puedo o no quiero salir contigo" o "Alguien, lo siento, me quedé dormida y no pude salir contigo; lo siento, yo luego te llamo para reponer la salida". Claro, la última frase es 'pedirle peras al olmo'; tampoco digo que todas las mujeres sean así, lo que sí puedo afirmar es que la mayoría lo son. ¿Qué les cuesta? ¿dignidad, orgullo? No manchen, que hueva me dan.

Desde luego, todo lo que acabo de decir carece de sentido para esa mayoría de mujeres. "Dude, lo que pasa es que lo estás viendo desde el punto de vista de un hombre, no de una mujer", me explica mi Sensei; tiene razón, lo interesante entonces sería conocer las razones de las mujeres. Por cada razón que yo pongo aquí, hay 5 que cada chava puede darme en contra, para explicar que es más sano sacarle la vuelta a las cosas, que es más chido no hacerse responsable de lo que es evidente, que es más importante evitar conversaciones que la llevaría a comprometerse de alguna manera y linin' la vida loka es mejor.

jueves, 3 de noviembre de 2005

¡Sorpréndanme!

Todos los días pasan y espero que algo nuevo y raro ocurra.

Hace más de un año, Cristy - en una de las sesiones con ella - me puso un ejercicio, que consistía en buscar cosas que me 'hacían el día'. Durante una semana hice mi tarea y encontré muchas cosas que me hacían el día.

Todos los días podría decir que cosas me hicieron el día. De hecho, es rarísimo el día que paso sin disfrutarlo de una u otra manera. Mucha gente inconcientemente disfruta sus días; antes para mí no era fácil. De hecho, puedo decir que mucho de mi stress de antes era precisamente porque no haya cosas buenas, siempre pensaba que lo malo me ocurría.

Ahora todos los días pasan bien; lejos de la gripa o el stress normal de la chamba, todo pasa normal. Todo pasa tan normal, que podría decirse que es monótono. y, otra vez, no es que no sea feliz o tranquilo, es que de repente se vuelve aburrido.

Durante el día espero que algo nuevo y raro ocurra; cuando parece que si ocurre, trato de seguirlo. Pero al final del día (o de los días) se desaparece.

La verdad es que quiero que algo me sorprenda. Quiero que me ponga a prueba. Espero que ocurra algo inesperado, algo a lo que no estoy acostumbrado, que ponga en tela de juicio mis creencias y mueva algo en mi ser.

Mine hacía cosas así; de repente tenía detalles, pequeños, como frases u ocurrencias o charlas.La Ausente también tendía a sorprender, con sus charlas o con llamarme de repente, sólo para tomar un café o ir de compras al centro. Por eso las extraño (las extraño mucho). No sé, será que siempre soy el que trata de sorprender a los demás. Así, cuando alguien sorprende al 'sorprendedor', es como vencer al maestro ó al enemigo en su mismo campo de batalla.

Debo ser correcto y agregar a esta lista a quiénes me han soprendido en otras ocasiones: mis papas, mi hermano, Randú, Alejandro, la maestra Selene, Hugo, Colosio, Terminel, Barcala, Trax, Juan José, Samael, KillerFry y Alex.

Insisto, todos los días saco algo de bueno, algo que le da significado a mí día. Pero a veces quisiera ser sorependido, sólo para darle un poco más de emoción a mi vida. Y aunque a veces trato de darme esa emoción a veces, el sabor que alguien más lo hago inesperadamente es mejor.

martes, 1 de noviembre de 2005

La Güera

La Güera me ha estado insistiendo mucho en actualizar el blog. Es agradable saber que sigue siendo una lectora fiel. Siempre sus comentarios me levantan el ánimo.

¿Por qué? La Güera es coqueta y caprichosa. Me gusta más cuando es coqueta, que cuando es caprichosa. Desde luego, es mejor cuando me manda un mensaje ó hace fiesta cada vez que nos topamos.

¿Y qué hacer? Con mucha anticipación, puso al descubierto aquello que sólo reafirma mi propia maldición: una vez amigos, nunca nada más. Aun así quedan sus miradas, los juegos y dos que tres cruces de palabras y algo raro, eso raro, tan raro, que cualquiera (como nosotros) lo llama amistad.

Amigos, bromistas, distantes y raros. Me agrada su fidelidad, pero casi no la veo. Yo disfruto de muchos placeres cada ves que la veo, ¿quién no disfruta ese cuerpecito? Y bueno, ni modo, uno se debe manter lejos de él. Aunque apapacharla y darle masaje es legal.

Le prometí escribirle algo porno (ella obviamente cambio la conversación y se rió... ¿por qué siempre evitan el tema las mujeres?). Pero si escribiera algo porno sobre ella, no lo publicaría aquí; y si pensará algo así, no lo escribiría. Bueno, y aunque lo he intentado, siempre es dificíl pensar cosas así de ella. ¿Qué contradicción no?