Recuerdo que antes de abril 1997 era un ser muy distinto. Puedo saberlo en base a los miedos que sentía antes y los que siento ahora.
Antes de aquel abril, tenía miedo a los juegos mecánicos, miedo a que la gente se burlara de mí, a que mis papas se enojaran conmigo, a cometer un error que me llevará a juicio (así, a juicio y nada más), que Janette se fuera, que Selene me 'abortara', decir algo relacionado con Randú o Salamadra que no debiera decir, que Panchito Mendoza quisiera hablar conmigo o que sacara menos de 9 en la prepa. Eso eran mis miedos a los 17 años (en el siguiete julio cumplia los 18 años). Pero no recuerdo haber tenido miedo a ser rechazado o sentirme solo. En esos días estaba con mi primer novia, Janette y con menos razón sentía que algo me faltara. De hecho, podría decir que todo iba muy bien.
Curiosamente, eventos relacionados con Janette, fueron los que llevaron a la depresión más fuerte de mi vida. A partir de ahí, muchos miedos se liberaron; de hecho, fue después que terminé con Janette que conocí el rechazo y con eso, el comenzar a quedarme solo.
Nueve años después percibo otros miedos, muy disntintos; hace 9 años estaban latentes, pero no eran mi preocupación diaria. Hoy siento miedo de no realizarme, de quedarme en el mismo lugar y trabajo por siempre, ser soltero empedernido, de las deudas, de repente de la muerte, a la soledad.
Regreso a los eventos de aquellos días y veo que en realidad fue una época difícil. Después de aquellos momentos, escribí algo que refleja precisamente mi estado de ánimo. Si le quieren dar lectura, puede enctrarlo aquí*.
Tan sólo hace un año sentía miedo un inmeso miedo al rechazo, a la soledad y no lograr graduarme... nunca.
Poco a poco he superdado miedos y siento nuevos miedos. Mi miedo a los juegos mecánicos creo que no es indispensable para mi; pero gracias a que he ido superando algunos miedos pequeños, he podido superar algunos mayores. Creo que eso es la base del éxito personal, de la superación de cada individuo, la destrucción del hombre por el superhombre (y el nacimiento de este último, para después ser superado por este), es decir, la renovación del ser humano por si mismo.
Es curioso, mientras escribo esto, recuerdo eso que dicen del miedo, a saber, que miedo es el 'temor que sentimos a lo desconocido'. ¿Desconoceré el rechazo verdadero? ¿la soledad verdadera? ¿a eso es lo que temo?
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* Este es un relato, clasificado como cuento, quizá por la estructura que seguí. En realidad, este escrito, no lo escribí como ahora escribo este blog; lo que escribí a modo de desahogo, por lo tano no seguí alguna estructura. De hecho, podrán notar que no hay párrafos y carece de una historia; más bien es una gran descripción de eventos, con un final un tanto dramático, propio de un cuento, aunque el escrito en si no sea un cuento.
Este escrito no lo clasifiqué yo, sino el Lic JaimeVelázquez (a su vez, director general de la preparatorio a la que asistía, el Colegio Hispano Mexicano), fundador y editor de la revista La Ventana Cerrada, publicación donde apareció este escrito con el título de Cuento. Originalmente le había puesto La Puerta que Lleva al Abismo, pero lo entregué en una hoja de una de mis libretas, porque lo transcribí para entregarlo en limpio y olvidé ponerle título.
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