lunes, 16 de mayo de 2005

Interés Personal y Sacrificio

Es extraño, pero hay una fuerte lucha dentro de mí sobre las cosas que debería hacer en mí interés y sobre las que se harían para los demás.

Hace un año, llevaba un taller de crecimiento personal (lo da la DAP, en el Tec; tómenlo, descubrián cosas muy interesantes sobres ustedes) donde salió a relucir que frecuentemente voy a dejar a un lado mis intererés personales, para ayudar a los demás con los suyos. Por algún rato, pensé que hacer tiempo para todo era la solución para eso, pero parece que no es así. O sea, si tengo 80 minutos para dedicarlos a mis intereses y alguien llega a pedirme algo, sólo le adivierto que puedo dedicarle X tiempo (que obviamente descuento del tiempo total que puedo dedicarme) y le ayudo. Según esto, a veces no debería dejar que esto sucediera, porque tengo que ver ampliamente por mis intereses, sobre lo de los demás; cuando tenga el tiempo disponible (es decir, cuando haya terminado lo referente a mis intereses), sólo entonces puedo dedicarle tiempo a los demás.

Pero, vamos a ver, ¿qué es lo que está mal? Puede que tienda a vivir para los demás, pero no siempre es así. Desde luego, aunque no muchos se den cuenta, hay cosas que sacrifico de mí en pos de los intereses de los demás (que más bien es el grupo). Sé que no me van a creer y que lo estoy diciéndo por curarme en salud, que en este momento lo digo para que sientan un especie de gratitud o compromiso hacía mí, para que sean más concientes sobre mí. Pues no, créanme que no, no necesito ese reconocimiento, como si fuera compasión. Pero creo que uno se debe poner como ejemplo y que cada quién saque sus conclusiones (no querría usar de ejemplo a nadie más, pues no me gusta involucrar a los demás en mis rollos).

Interés personal: irme a comer con mis compañeros de generación, recién nos tomamos la foto. Pues no, tuve que esperar casi dos horas para irme con mis compañeros de generación, porque aun me quedaba la foto de Prefectos. Interés personal: ir a ver a Episodio III en el estreno. Pues no, me voy con los Prefectos a donde quiera que ese día sea necesario (a pesar de que, incluso, al otro día tengo que llegar a 7:00 a.m. a trabajar). Y así es para todo: si ya tengo un compromiso hecho, por más que quiera ir a otro más importante para mí, no voy a romper mi compromiso. ¿Por qué? Porque hay lazos y responsabilidades; a veces es tu palabra, la promesa de que harás algo; otra veces, es el compromiso no declarado que tienes con tus amigos o grupo. Se puede argumentar "es que no quedamos en nada", sólo para safarte de un compromiso; también, que es lo más común, hacerte el 'loco' y en caso de que te pregunten contestar alguna agresividad para evitar el cuestionamiento.

A veces también veo por mis propios interéses, pero es cuando entro en plan de egoista. Pero eso último ocurre pocas veces; tiene que haber una razón muy especial para llegar a ese extremo, que por lo regular es defender un interés general, que a veces ni siquiera es mío (entonces volvemos al principio). No quiero poner ejemplos al respecto, aunque lo único que puedo decir es que no voy a dejar de hacer algo ó sacrificarme sólo por intereses más egoistas.

¿A quién le importa? No lo sé y ¿qué importa? A mí realmente no, porque lo hago porque quiero. Y si escribo al respecto no es por mí, es por los demás. A ver si les hace reflexionar sobre las decisiones que toman, es decir, sobreponer sus intereses a los del grupo, cuando se necesita que vean por los del grupo. O por las cosas que quieren que hagan (o dejen de hacer) los demás, sólo por un interés egoista, sólo porque no encaja en lo que se deasea y esperan que los demás se sacrificien por que sí, porque no van con su interés.

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