Desgraciadamente me ha tocado crecer en un mundo donde la standarización es el modelo a seguir. Pero como bien dijo el Capi una vez - hablando de Servicios Alimentarios - : "Una cosa es que hagan las cosas igual y otra es que sepan bien".
Me cae que sí. No'más hoy: Pedir pollo en rajas y Caldo Xochitl. La verdad, no tienen idea de lo frustrante que es llevar 3 días pidiendo una comida, que una ñora te la hace con la mano en la citura. Y dirán lo que quieran (que es lo mismo hacer para 2 que para 100, que es sacar a una persona de un proceso para meterla a otro), pero no puede ser que me tengan 5 horas esperando por un "sí podemos" o "no podemos". Diho, si supiera - y pudiera - cocinar, creo que en ese tiempo ya hubiera hecho ambas (vaya, ni Juan José se tardaría tanto con lo meticuloso que es).
Lo mejor de todo, es que te salgan con cosas 'que es que se tiene que pedir el producto', 'que si la gente que lo va a elaborar', entre otras cosas que a fin de cuentas, uno diría: "A mí qué...". Digo, se supone que todo ese rollo de la calidad, la standarización de procesos, el ISO 9000 ó el número imaginario (ó el que pensó, restándole 3 y multiplicado por 5) se hicieron para: 1) Mejorar costos, 2) Agilizar servicio y 3) Dar mejores productos y/o servicios a los clientes (que por cierto, no tenemos la menor idea de los procesos de una entidad).
No saben lo frustrante que es hacer llamada tras llamada y el resultado sea el mismo: "Déjeme ver...".
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