Me encontraba yo en un momento de agudo entendimiento de mi ser, expresión de mis pensamientos e interacción con mis iguales, en un sentido digital (es decir, estaba chateando), cuando recibí un mensaje de La Chica de las Fotos. Obviamente me saqué de onda (obviamente), de hecho no sabía ni que decir, así que como que sólo iba siguiendo el protocolo.
Pues qué sorpresa (sorpresas te la vida, ay Dios) que el mensaje era para invitarme a su reunión de cumpleaños que sería el miércoles en el Nirvana. Eso fue muy, pero muy inesperado, pero no desagradable.
Tendría que hacer un poquito de historia, pero no tiene caso, la verdad. Pero lo que si les puedo decir, es que La Chica de las Fotos vale la pena, mucho, mucho. Valoro mucho en una mujer que sea cortés conmigo; es decir, que si sabe que me gusta o quiero con ella, en vez de traerme dando de vueltas, porque no se atreve decirme que hoy (quizá nunca) habrá algo entre nosotros. Eso también incluye que aun a pesar de su rechazo, me siga buscando y apreciado. La Chica de las Fotos, la Porrista y la Ausente han sido esas chicas corteses.
¿Ven? De alguna manera uno siempre se fija en el mismo tipo de personas (quizá por eso siempre cometemos los mismos errores).
Pero este blog no es sobre mí, si no sobre La Chica de las Fotos. En fin, acababa de decirme que le cayera en su reunioncilla, cuando agrega: "¿Qué crees?". En este momento les puedo decir que de antemano ya sabía que la respuesta tenía que ver con 'ya hay novio'. Pero obvio, es más padre cuando no te ves tan sabelotodo:
- "¿Te dieron chamba en Playboy?"
- "Nooo"
- "¿Maxim?"
- "Mmm... bueno fuera, pero no"
- "No, pues me rindo"
- "¡Ya tengo novio!"
- "¿Neta? ¡Felicidades!"
- "Y es amigo del Kalli, ¿tú crees?"
- "¿En serio? Que buena onda. Que pequeño es el mundo, ¿desde cuándo andan?"
- "Una semana y media"
Y típico, cualquier hombre, genera pensamientos reprobatorios sobre los novios de sus amigos (y más si es amigo del Kalli - carcajadas -, no es cierto brody, tú sabes que te quiero). En fin, le prometí que caería.
Así fue, llegué. Y no tan típico, pero a veces conoces el tipo y resulta que es un tipazo... y pues sí, así fue.
En la primera oportunidad, ella se dirijio a mí:
- "Me da gusto verte. Tenía rato de no verte"
- "Sí, así es, desde septiembre" (Mentira, haciendo un recall, la última vez que nos vimos fue en mi casa en la fiesta después del examen de teatro y en el triufo de los Borregos, o sea, 18 de noviembre)
- "¿Ah sí?"
- "Sí, acabo de encontrar un blog que me dio la fecha. Fues cuando fuimos al Koko... ah, no es cierto, fue después de la función del domingo de 'Fotomatón'"
- "Ah, orale, entonces sí teniamos rato de no vernos. Oye, pues que bueno que venistes, me da mucho gusto verte"
'Me da mucho gusto verte'; después de esa frase, me dije: "Claro, ahora recuerdo porque me gusta". En fin, después de un rato, vino sobre mí el efecto 'dedo' o 'champiñon' y preferí en abortar la misión. Ella se levanto para darme un abrazo y despedirse.
Por eso, cuando quiero quejarme sobre las mujeres ("Todas son iguales"), recuerdo que eso no es cierto, que es una manera de azotarse nada más. Siempre hay mujeres que valen la pena... siempre.
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