Pareciera como si sólo escribiera sólo que me pasa los fines de semana, ¿verdad? Pues sí, así ha pasado últimamente... sobretodo cuando tu cerebro es absorbido por la gripa y sientes el cuerpo cortado.
Les prometo que es cortita la anécdota del fin.
Mi cruda moral comenzó el viernes, cuando iba manejando como a unos 50 Km. por boulevard Acapulco, como a eso de las 6:15 pm... y me detuvo un agente de transito. Para no hacerles el cuento largo, este agente no es corrupto (luego les publico el nombre, para que sepan quién), porque me detuvo y yo - pensando que me pediría mordida - no le iba a dar mordida, insistía en que me pusiera la multa, aunque se llevara la unidad. Pues me puso la multa: exceso de velocidad en zona escolar; ni modo, tuve que pagar... ¡$700! No manchen... pero en fin, fue culpa mía por no fijarme que era zona escolar, que aun no terminaba la hora de zonas escolares... en fin. Ahí comenzó mi cruda moral: por pagar $700 por una multa que pude haber evitado... pero el 'si hubiera no existe'.
¡Ah!, pero ahí no acaba. Al otro día que cae Primo a la casa; pues desde que comenzó el partido de Borregos Mty vs Borregos CEM estuvimos cheleando en la casa. Cuando se aburrió, salimos al Ocean Drive, a seguir pisteando... ¡a las 6:30 pm! Ahí estuvimos, como hasta 9:30 pm. De ahí nos lanzamos a casa del Potrillo; de camino compramos una botella de Juanito Caminador (lo mismo que habíamos tomado en el Ocean Drive), donde terminamos la reunioncilla como a eso de la 1:00 am, entre otras razones, porque Primo ya no daba una y la siguiente escala de la noche significaba desembolsar más dinero... que ahí es donde continua mi cruda: gastar dinero que no tenía.
En fin, el domingo en la noche, lo que me rescató, fue asistir al concierto de Los Tres, Zoé y Cerati en Auditorio Coca Cola. La verdad es que el concierto estuvo genial; cada grupo tuvo lo suyo, aunque desde luego que el 'pez gordo' de la noche era Cerati, que toco alrededor de 2 horas principalmente música de su repertorio como solista. Sólo el concierto me sacó un poquito de mi estado de depresión y cruda moral.
Por ahí quedó pendiente un café con Citlali (creo que ya sé qué le voy a regalar de Navidad), entregarle su regalo a la Porrista (que es cuando uno se pregunta: ¿qué motiva a esa mujer?) y terminar de ver The Island (2005, con Ewon McGregor y Scarlett Johansson). Comienza la semana y creo que todo poco a se resolverá y me quitaré esta culpa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario